Encontrados 365 resultados para: muy

  • o por el cadáver de una hermana virgen, que estaba muy próxima a él, porque aún no se había casado. (Levítico 21, 3)

  • "Por favor, no nos abandones, le insistió Moisés; tú sabes muy bien en qué lugar del desierto podemos acampar, y por eso nos servirás de guía. (Números 10, 31)

  • Ahora bien, Moisés era un hombre muy humilde, más humilde que cualquier otro hombre sobre la tierra. (Números 12, 3)

  • Pero, ¡qué poderosa es la gente que ocupa el país! Sus ciudades están fortificadas y son muy grandes. Además, vimos allí a los anaquitas. (Números 13, 28)

  • Y divulgaron entre los israelitas falsos rumores acerca del país que habían explorado, diciendo: "La tierra que recorrimos y exploramos devora a sus propios habitantes. Toda la gente que vimos allí es muy alta. (Números 13, 32)

  • Cuando Moisés repitió estas palabras a todos los israelitas, el pueblo quedó muy afligido. (Números 14, 39)

  • Ella me vio y se apartó de mí tres veces. Hizo muy bien en apartarse, porque de lo contrario yo te hubiera matado, mientras que a ella la hubiera dejado con vida". (Números 22, 33)

  • Todas ellas eran ciudades defendidas por altas murallas, puertas y cerrojos, sin contar las ciudades de los perizitas, que también eran muy numerosas. (Deuteronomio 3, 5)

  • yo les juro hoy, poniendo por testigos contra ustedes al cielo y a la tierra, que desaparecerán muy pronto del país que van a poseer cuando crucen el Jordán. No vivirán allí mucho tiempo, porque serán exterminados por completo: (Deuteronomio 4, 26)

  • Cuando el Señor oyó las palabras que ustedes me dirigieron, me advirtió: "He oído las palabras que te dijo este pueblo. Todo lo que han dicho está muy bien. (Deuteronomio 5, 28)

  • Por eso, escucha, Israel, y empéñate en cumplirlos. Así gozarás de bienestar y llegarás a ser muy numeroso en la tierra que mana leche y miel, como el Señor, tu Dios, te lo ha prometido. (Deuteronomio 6, 3)

  • Y a esa obra del pecado, a ese ternero que ustedes habían fabricado, lo tomé, lo quemé y lo molí, hasta convertirlo en polvo muy fino, y después lo arrojé en el torrente que baja de la montaña. (Deuteronomio 9, 21)


“Apóie-se, como faz Nossa Senhora, à cruz de Jesus e nunca lhe faltará conforto”. São Padre Pio de Pietrelcina