Encontrados 118 resultados para: monte Nebo

  • Pero cuando el Señor termine de realizar toda su obra en el monte Sión y en Jerusalén, castigará al rey de Asiria por este fruto de su corazón arrogante y por la orgullosa altivez de su mirada. (Isaías 10, 12)

  • Sobre un monte desierto alcen un estandarte, lancen un grito hacia ellos, agiten la mano, para que entren por las Puertas de los nobles. (Isaías 13, 2)

  • La gente de Dibón ha subido a los lugares altos para llorar. Por Nebo y por Medebá, está gimiendo Moab. Todas las cabezás están rapadas, todas las barbas cortadas. (Isaías 15, 2)

  • La luna se sonrojará y el sol se avergonzará, porque reinará el Señor de los ejércitos sobre el monte Sión y en Jerusalén, y ante sus ancianos resplandecerá la Gloria. (Isaías 24, 23)

  • ¡Sí, el Señor se alzará como en el monte Parasím, se enfurecerá como en el valle de Gabaón, para realizar su obra, una obra extraña, para ejecutar su tarea, una tarea inaudita! (Isaías 28, 21)

  • En todo monte elevado y en toda colina alta, habrá arroyos y corrientes de agua, el día de la gran masacre, cuando se derrumben las torres. (Isaías 30, 25)

  • Porque de Jerusalén saldrá un resto, y del monte Sión, algunos sobrevivientes. El celo del Señor de los ejércitos hará todo esto. (Isaías 37, 32)

  • ¡Bel se doblega, Nebo se desploma! Sus estatuas han sido puestas sobre bestias y animales de carga; los ídolos que ustedes llevaban en andas son una carga para el animal agotado. (Isaías 46, 1)

  • Para Moab. Así habla el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: ¡Ay de Nebo, porque ha sido devastada! ¡Ha sido tomada Quiriataim, la ciudadela está humillada y deshecha! (Jeremías 48, 1)

  • contra Dibón, contra Nebo, contra Bet Diblataim, (Jeremías 48, 22)

  • porque el monte Sión está desolado y los zorros se pasean por él. (Lamentaciones 5, 18)

  • Entonces, todo el que invoque el nombre del Señor se salvará, porque sobre el monte Sión y en Jerusalén se encontrará refugio, como lo ha dicho el Señor, y entre los sobrevivientes estarán los que llame el Señor. (Joel 3, 5)


“O meu passado, Senhor, à Tua misericórdia. O meu Presente, ao Teu amor. O meu futuro, à Tua Providência.” São Padre Pio de Pietrelcina