Encontrados 99 resultados para: mitad

  • Después tomarás la mitad de mis bienes y volverás sano y salvo a la casa de tu padre. Cuando mi mujer y yo hayamos muerto, también recibirás la otra mitad. ¡Ánimo, hijo mío! Yo soy tu padre y Edna es tu madre. Desde ahora y para siempre, estamos unidos a ti lo mismo que a tu hermano. ¡Ánimo, hijo mío!". (Tobías 8, 21)

  • Ragüel le entregó en seguida a Sara, con la mitad de todos sus bienes en servidores y servidoras, en bueyes, carneros, asnos y camellos, en vestidos, plata y utensilios. (Tobías 10, 10)

  • Tobías le respondió: "Padre, ¿cuánto tengo que darle? Aunque le entregara la mitad de los bienes que él trajo conmigo, no saldría perdiendo. (Tobías 12, 2)

  • Tobit le dijo: "Hijo, es justo que se lleve la mitad de lo que trajo". (Tobías 12, 4)

  • Tobías llamó a su compañero y le dijo: "Toma en pago la mitad de lo que has traído, y vete en paz". (Tobías 12, 5)

  • El rey dijo a Ester: "¿Qué tienes, reina Ester? ¿Qué es lo que quieres? ¡Incluso la mitad de mi reino te será concedida!". (Ester 5, 3)

  • y, en el momento de brindar, le dijo: "¿Qué es lo que pides, Ester? Lo que sea, te será concedido. ¿Qué es lo que quieres? Aunque sea la mitad de mi reino, lo tendrás". (Ester 5, 6)

  • Aquel segundo día, en el momento de brindar, el rey volvió a decir a Ester: "¿Qué es lo que pides, reina Ester? Lo que sea, te será concedido. ¿Qué es lo que quieres? Aunque sea la mitad del reino, lo tendrás". (Ester 7, 2)

  • Y tú, Dios mío, los precipitarás en la fosa más profunda. Los hombres sanguinarios y traidores no llegarán ni a la mitad de sus días. Yo, en cambio, confío en ti, Señor. (Salmos 55, 24)

  • pero yo digo: "Dios mío, no me lleves en la mitad de mi vida, tú que permaneces para siempre". (Salmos 102, 25)

  • y puso a su disposición la mitad de sus tropas y los elefantes, ordenándole todo lo que debía hacer, especialmente lo relativo a los habitantes de Judea y de Jerusalén: (I Macabeos 3, 34)

  • El rey, por su parte, tomó consigo la otra mitad del ejército y partió de Antioquía, capital de su reino, el año ciento cuarenta y siete. Después de atravesar el río Éufrates, recorrió las provincias de la meseta. (I Macabeos 3, 37)


Jesus lhe quer bem, da maneira que só Ele sabe amar.” São Padre Pio de Pietrelcina