Encontrados 294 resultados para: misma

  • No tendrás relaciones con la hermana de tu madre, porque ella es la misma carne que tu madre. (Levítico 18, 13)

  • No tendrás relaciones con la esposa de tu hermano: es la misma carne que tu hermano. (Levítico 18, 16)

  • No tendrás relaciones a un mismo tiempo con una mujer y con su hija, ni te casarás con su nieta, sea por parte de su hijo o de su hija: son de la misma carne que esa mujer, y tener relaciones con ellas es una depravación. (Levítico 18, 17)

  • Si la hija de un sacerdote se envilece a sí misma prostituyéndose, envilece a su propio padre, y por eso será quemada. (Levítico 21, 9)

  • fractura por fractura, ojo por ojo, diente por diente; se le hará la misma lesión que él haya causado al otro. (Levítico 24, 20)

  • yo, a mi vez, los trataré de la misma manera: haré que el terror los domine -la debilidad y la fiebre que consumen los ojos y desgastan la vida-. En vano plantarán sus semillas, porque las comerán sus enemigos. (Levítico 26, 16)

  • La Carpa del Encuentro irá en medio de las divisiones, con el grupo de los levitas. Ellos avanzarán de la misma manera que estaban acampados, cada uno en su puesto, junto a sus insignias. (Números 2, 17)

  • y al segundo toque de trompeta, realizado de la misma manera, lo harán las divisiones acampadas al sur. Así, el toque de trompetas acompañado de una aclamación, los hará avanzar, (Números 10, 6)

  • Todos los israelitas procederán de la misma manera, cuando presenten una ofrenda que se quema con aroma agradable al Señor. (Números 15, 13)

  • En una palabra, el mismo ritual y la misma disposición estará en vigencia para ustedes y para los extranjeros que residan entre ustedes. (Números 15, 16)

  • Estas debían recordar a los israelitas que ningún extraño -alguien que no fuera descendiente de Aarón- podía atreverse a ofrecer incienso delante del Señor, a fin de no correr la misma suerte que Coré y sus secuaces, según lo había predicho el Señor por medio de Moisés. (Números 17, 5)

  • A la hora del crepúsculo ofrecerás el segundo cordero, con la misma oblación y la misma libación de la mañana: es una ofrenda que se quema con aroma agradable al Señor. (Números 28, 8)


“Peçamos a São José o dom da perseverança até o final”. São Padre Pio de Pietrelcina