Encontrados 67 resultados para: mandado

  • Nadab y Abihú, hijos de Aarón, tomaron cada uno su incensario, pusieron fuego en ellos y echaron incienso encima; pero el fuego que presentaron delante del Señor era un fuego profano, contrariamente a lo que él les había mandado. (Levítico 10, 1)

  • Así está mandado, a fin de que los israelitas traigan las víctimas que ellos suelen sacrificar en campo abierto, y las presenten al Señor, a la entrada de la Carpa del Encuentro, entregándolas al sacerdote para que sean ofrecidas al Señor como sacrificio de comunión. (Levítico 17, 5)

  • Aarón tomó el incensario, como se lo había mandado Moisés, y fue corriendo a ponerse en medio de la asamblea, donde ya había comenzado la plaga. Puso el incienso y practicó el rito de expiación en favor del pueblo. (Números 17, 12)

  • Moisés tomó el bastón que estaba delante del Señor, como él se lo había mandado. (Números 20, 9)

  • Moisés hizo lo que el Señor le había mandado: él, Aarón y su hijo Eleazar subieron al monte Hor a la vista de toda la comunidad. (Números 20, 27)

  • Luego dijo a los jefes de las tribus de Israel: Esto es lo que el Señor ha mandado: (Números 30, 2)

  • mientras nosotros, todos los que estamos equipados para la guerra, cruzaremos para combatir a las órdenes del Señor, como él lo ha mandado". (Números 32, 27)

  • Honra a tu padre y a tu madre, como el Señor, tu Dios, te lo ha mandado, para que tengas una larga vida y seas feliz en la tierra que el Señor, tu Dios, te da. (Deuteronomio 5, 16)

  • porque va a servir a otros dioses y a postrarse delante de ellos -delante del sol, la luna o todo el Ejército del cielo- contrariamente a lo que yo te he mandado, (Deuteronomio 17, 3)

  • Cuando se produzcan casos de lepra, cuida muy bien de hacer exactamente lo que les indiquen los sacerdotes levitas. Pongan cuidado en practicar lo que yo les he mandado. (Deuteronomio 24, 8)

  • Y Josué los trató como el Señor se lo había mandado: mutiló a sus caballos y quemó sus carros de guerra. (Josué 11, 9)

  • Ellos los distribuyeron mediante un sorteo -como el Señor lo había mandado por medio de Moisés- entre las nueve tribus y media que faltaban. (Josué 14, 2)


“Para que se preocupar com o caminho pelo qual Jesus quer que você chegue à pátria celeste – pelo deserto ou pelo campo – quando tanto por um como por outro se chegará da mesma forma à beatitude eterna?” São Padre Pio de Pietrelcina