Encontrados 51 resultados para: míos

  • Abrám dijo a Lot: "No quiero que haya altercados entre nosotros dos, ni tampoco entre tus pastores y los míos, porque somos hermanos. (Génesis 13, 8)

  • Ahora bien, los dos hijos que tuviste en Egipto antes que yo viniera a reunirme contigo, serán mis hijos. Efraím y Manasés serán míos, como lo son Rubén y Simeón. (Génesis 48, 5)

  • Luego les dio esta orden: "Yo estoy a punto de ir a reunirme con los míos. Entiérrenme junto con mis padres, en la caverna que está en el campo de Efrón, el hitita, (Génesis 49, 29)

  • porque todo primogénito me pertenece. Cuando exterminé a todos los primogénitos de Egipto, consagré para mí a todos los primogénitos de Israel, hombres y animales, a fin de que fueran míos. Yo soy el Señor. (Números 3, 13)

  • Porque todos los primogénitos de los israelitas -tanto hombres como animales- son míos: yo me los consagré cuando exterminé a todos los primogénitos en Egipto. (Números 8, 17)

  • Pero el dueño de casa se presentó ante ellos y les dijo: "No, hermanos míos, no obren tan perversamente, porque ese hombre es mi huésped. ¡No cometan esa infamia! (Jueces 19, 23)

  • No, hijos míos, no es nada bueno el rumor que se hace correr entre el pueblo del Señor. (I Samuel 2, 24)

  • Pero David dijo: "No se comporten así, hermanos míos, con lo que nos ha dado el Señor. Él nos ha protegido y ha puesto en nuestras manos a esa banda que vino a atacarnos. (I Samuel 30, 23)

  • Pero David replicó: "¿Qué tengo que ver yo con ustedes, hijos de Seruiá, para que hoy se comporten como adversarios míos? Hoy nadie será condenado a muerte en Israel. ¿No estoy acaso ahora seguro de ser el rey de Israel?". (II Samuel 19, 23)

  • No sean negligentes, hijos míos, ya que el Señor los eligió a ustedes para que estén en su presencia, lo sirvan, le rindan culto y le ofrezcan incienso". (II Crónicas 29, 11)

  • Ahora, hijos míos, yo les recomiendo que sirvan a Dios de verdad y que hagan lo que a él le agrada. Manden a sus hijos que practiquen la justicia y la limosna, que se acuerden de Dios y bendigan de verdad su Nombre, siempre y con todas sus fuerzas. (Tobías 14, 8)

  • Vean entonces, hijos míos, cuál es el fruto de la limosna y cuál el de la injusticia que lleva a la muerte. Pero ya me falta el aliento". Entonces lo tendieron sobre su lecho, y él murió y fue enterrado honrosamente. (Tobías 14, 11)


“Deus quer que as suas misérias sejam o trono da Sua misericórdia.” São Padre Pio de Pietrelcina