Encontrados 29 resultados para: lucha

  • Se entabló una lucha encarnizada, y las tropas de Judas obtuvieron la victoria, gracias al auxilio de Dios. Los nómadas, derrotados, pidieron la paz a Judas, comprometiéndose a darles ganado y a ayudarlos en lo sucesivo. (II Macabeos 12, 11)

  • Bajo la orden de su jefe, partieron inmediatamente de allí y se trabaron en lucha con ellos junto al poblado de Desau. (II Macabeos 14, 16)

  • Cuando está presente, se la imita, cuando está ausente, se la echa de menos; en la eternidad, triunfa ceñida de una corona, vencedora en una lucha por premios intachables. (Sabiduría 4, 2)

  • Pero no les bastó equivocarse en el conocimiento de Dios, sino que, debatiéndose en la tremenda lucha provocada por la ignorancia, ellos dan a tantos males el nombre de paz. (Sabiduría 14, 22)

  • Lucha hasta la muerte por la verdad, y el Señor Dios luchará por ti. (Eclesiástico 4, 28)

  • Ahora bien, si Satanás expulsa a Satanás, lucha contra sí mismo; entonces, ¿cómo podrá subsistir su reino? (Mateo 12, 26)

  • Si Satanás lucha contra sí mismo, ¿cómo podrá subsistir su reino? Porque -como ustedes dicen- yo expulso a los demonios con el poder de Belzebul. (Lucas 11, 18)

  • pero si verdaderamente viene de Dios, ustedes no podrán destruirlos y correrán el riesgo de embarcarse en una lucha contra Dios». Los del Sanedrín siguieron su consejo: (Hechos 5, 39)

  • pero observo que hay en mis miembros otra ley que lucha contra la ley de mi razón y me ata a la ley del pecado que está en mis miembros. (Romanos 7, 23)

  • Porque nuestra lucha no es contra enemigos de carne y sangre, sino contra los Principados y Potestades, contra los Soberanos de este mundo de tinieblas, contra los espíritus del mal que habitan en el espacio. (Efesios 6, 12)

  • sosteniendo la misma lucha en la que ustedes me han visto empeñado y ahora saben que sigo sosteniendo. (Filipenses 1, 30)

  • He creído que era necesario enviarles de nuevo a Epafrodito, mi hermano, colaborador y compañero de lucha, a quien ustedes enviaron para que me asistiera en mis necesidades. (Filipenses 2, 25)


“O Anjo de Deus não nos abandona jamais.” São Padre Pio de Pietrelcina