Encontrados 24 resultados para: lleguen

  • Quizá falten cinco para que los justos lleguen a cincuenta. Por esos cinco ¿vas a destruir toda la ciudad?". "No la destruiré si encuentro allí cuarenta y cinco", respondió el Señor. (Génesis 18, 28)

  • el ángel que me rescató de todo mal, bendiga a estos jóvenes, para que en ellos sobreviva mi nombre y el de mis padres, Abraham e Isaac, y lleguen a ser una gran multitud sobre la tierra". (Génesis 48, 16)

  • Cuando lleguen a la tierra que el Señor ha prometido darles, observen este rito. (Exodo 12, 25)

  • Ahora ordena a los sacerdotes que llevan el Arca de la Alianza: ‘Cuando lleguen al borde del Jordán, deténganse junto al río’". (Josué 3, 8)

  • Apenas lleguen, encontrarán gente tranquila y un terreno espacioso. Sí, Dios les ha puesto en las manos un país donde no falta nada de lo que puede haber sobre la tierra". (Jueces 18, 10)

  • Entonces se reunió una gran multitud y taparon todas las fuentes y el arroyo que corría en medio de esa región, diciendo: "Así, cuando lleguen los reyes de Asiria, no encontrarán agua en abundancia". (II Crónicas 32, 4)

  • En cualquier circunstancia bendice al Señor, tu Dios; pídele que dirija tus pasos y que todos tus caminos y todos tus proyectos lleguen a feliz término. Porque ningún pueblo posee la sabiduría, sino que es el Señor el que da todos los bienes: él humilla a quien quiere, hasta lo más profundo del Abismo. Hijo mío, acuérdate de estos preceptos, y que nunca se borren de tu corazón. (Tobías 4, 19)

  • Oigan, oigan bien mis palabras, que mis declaraciones lleguen a sus oídos. (Job 13, 17)

  • ¡Ojalá sean de tu agrado las palabras de mi boca, y lleguen hasta ti mis pensamientos, Señor, mi Roca y mi redentor! (Salmos 19, 15)

  • sirvan al Señor con alegría, lleguen hasta él con cantos jubilosos. (Salmos 100, 2)

  • Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que lleguen los días penosos y vengan los años en los que dirás: "No encuentro en ellos ningún placer"; (Eclesiastés 12, 1)

  • Cuando lleguen a su término los días de tu vida, a la hora de la muerte, reparte tu herencia. (Eclesiástico 33, 24)


“O Senhor se comunica conosco à medida que nos libertamos do nosso apego aos sentidos, que sacrificamos nossa vontade própria e que edificamos nossa vida na humildade.” São Padre Pio de Pietrelcina