Encontrados 14 resultados para: llamarás

  • Y el Ángel del Señor le siguió diciendo: "Tú has concebido y darás a luz un hijo, al que llamarás Ismael, porque el Señor ha escuchado tu aflicción. (Génesis 16, 11)

  • Y ya no te llamarás más Abrám: en adelante tu nombre será Abraham, para indicar que yo te he constituido padre de una multitud de naciones. (Génesis 17, 5)

  • También dijo Dios a Abraham: "A Sarai, tu esposa, no la llamarás más Sarai, sino que su nombre será Sara. (Génesis 17, 15)

  • Él añadió: "En adelante no te llamarás Jacob, sino Israel, porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido". (Génesis 32, 29)

  • diciéndole: "Tu nombre es Jacob. Pero en adelante no te llamarás Jacob, sino Israel". Así le puso el nombre de Israel. (Génesis 35, 10)

  • tomó doce piedras, conforme al número de los hijos de Jacob, a quien el Señor había dirigido su palabra, diciéndole: "Te llamarás Israel", (I Reyes 18, 31)

  • Tú llamarás a una nación que no conocías, y una nación que no te conocía correrá hacia ti, a causa del Señor, tu Dios, y por el Santo de Israel, que te glorifica. (Isaías 55, 5)

  • Entonces llamarás, y el Señor responderá; pedirás auxilio, y él dirá: "¡Aquí estoy!". Si eliminas de ti todos los yugos, el gesto amenazador y la palabra maligna; (Isaías 58, 9)

  • Ya no se oirá hablar de violencia en tu país ni de expoliación y desastre en tus fronteras; a tus murallas las llamarás "Salvación" y a tus puertas, "Alabanza". (Isaías 60, 18)

  • Yo me había dicho: ¡Cómo quisiera contarte entre mis hijos y darte una tierra deliciosa, la herencia más hermosa de las naciones! Yo me había dicho: Tú me llamarás "Mi padre", y nunca dejarás de ir detrás de mí. (Jeremías 3, 19)

  • Tú les dirás todas estas palabras y no te escucharán; los llamarás y no te responderán. (Jeremías 7, 27)

  • Aquel día -oráculo del Señor- tú me llamarás: "Mi Esposo" y ya no me llamarás: "Mi Baal". (Oseas 2, 18)


“Queira o dulcíssimo Jesus conservar-nos na Sua graça e dar-nos a felicidade de sermos admitidos, quando Ele quiser, no eterno convívio…” São Padre Pio de Pietrelcina