Encontrados 530 resultados para: lista de descendientes de Salomón
El resto de los hechos de Salomón, desde el comienzo hasta el fin, está escrito en las Crónicas del profeta Natán, en la Profecía de Ajías, el silonita, y en las Visiones del vidente Idó acerca de Jeroboám, hijo de Nebat. (II Crónicas 9, 29)
Salomón reinó sobre todo Israel, en Jerusalén, durante cuarenta años. (II Crónicas 9, 30)
Cuando se enteró Jeroboám, hijo de Nebat -que estaba todavía en Egipto, adonde había huido del rey Salomón- se volvió de Egipto. (II Crónicas 10, 2)
El rey Roboám fue a consultar a los ancianos que habían asistido a su padre Salomón, cuando este aún vivía, y les preguntó: "¿Qué respuesta me aconsejan dar a este pueblo?". (II Crónicas 10, 6)
"Di a Roboám, hijo de Salomón, rey de Judá, y a toda la gente de Israel que está en Judá y en Benjamín: (II Crónicas 11, 3)
Así fortalecieron el reino de Judá y durante tres años, consolidaron a Roboám, hijo de Salomón, ya que durante tres años se siguió el camino de David y Salomón. (II Crónicas 11, 17)
Sisac, rey de Egipto, subió contra Jerusalén y se apoderó de los tesoros de la Casa del Señor y de la casa del rey. Se apoderó de todo, incluso de los escudos de oro que había hecho Salomón. (II Crónicas 12, 9)
Pero Jeroboám, hijo de Nebat, servidor de Salomón, hijo de David, se reveló contra su señor. (II Crónicas 13, 6)
Unos hombres inútiles e impíos se unieron a él y prevalecieron sobre Roboám, hijo de Salomón, porque Roboám era joven y débil, y no supo hacerles frente. (II Crónicas 13, 7)
¿No has sido tú, Dios nuestro, el que expulsaste a los habitantes de esta tierra delante de tu pueblo Israel, y se la entregaste para siempre a los descendientes de tu amigo Abraham? (II Crónicas 20, 7)
Y los levitas del grupo de los descendientes de Quehat y de los descendientes de Coré se levantaron para alabar en alta voz al Señor, el Dios de Israel. (II Crónicas 20, 19)
toda la asamblea selló una alianza con el rey en la Casa de Dios. Iehoiadá les dijo: "Aquí está el hijo del rey. Él debe reinar, como lo dijo el Señor acerca de los descendientes de David. (II Crónicas 23, 3)