Encontrados 262 resultados para: libro abierto

  • Consulten el libro del Señor y lean: no falta ninguno de ellos, ni uno solo ha perdido su pareja, porque lo ha mandado la boca del Señor y su espíritu los ha congregado. (Isaías 34, 16)

  • Tú has visto muchas cosas, pero sin prestar atención; has abierto los oídos, pero sin escuchar. (Isaías 42, 20)

  • Su aljaba es como un sepulcro abierto, todos ellos son guerreros valerosos. (Jeremías 5, 16)

  • Si salgo al campo abierto, veo las víctimas de la espada; si entro en la ciudad, veo los sufrimientos del hambre. Sí, hasta el profeta y el sacerdote recorren el país y no logran comprender. (Jeremías 14, 18)

  • en las montañas y en campo abierto. Tu riqueza, todos tus tesoros los entregaré como botín, gratuitamente, por todos tus pecados, en todo tu territorio. (Jeremías 17, 3)

  • ¡Canten al Señor, alaben al Señor, porque él libró la vida del indigente del poder de los malhechores! (Jeremías 20, 13)

  • Yo haré venir sobre ese país todas las palabras que pronuncié contra él, todo lo que está escrito en este libro. Esto es lo que profetizó Jeremías contra todas las naciones. (Jeremías 25, 13)

  • Así habla el Señor, el Dios de Israel: Escribe en un libro todas las palabras que yo te he dirigido, (Jeremías 30, 2)

  • Entonces todos los jefes enviaron a Iehudí, hijo de Natanías, hijo de Selemías, hijo de Cusí, para que dijera a Baruc: "Toma el libro que has leído en presencia del pueblo y ven". Baruc, hijo de Nerías, tomo consigo el rollo y se presentó ante ellos. (Jeremías 36, 14)

  • Y ahora, yo te libro hoy de las cadenas que tienes en tus manos. Si quieres venir conmigo a Babilonia, ven y yo velaré por ti; pero si prefieres no venir conmigo a Babilonia, no lo hagas. Tienes todo el país delante de ti: ve adonde te guste o te convenga ir". (Jeremías 40, 4)

  • Jeremías había escrito en un libro toda la desgracia que debía sobrevenir a Babilonia, todas estas palabras escritas contra Babilonia. (Jeremías 51, 60)

  • Y cuando hayas acabado de leer este libro, lo atarás a una piedra y lo arrojarás en medio del Éufrates. (Jeremías 51, 63)


“Se quiser me encontrar, vá visitar Jesus Sacramentado; eu também estou sempre lá.” São Padre Pio de Pietrelcina