Encontrados 50 resultados para: lenguas extrañas
El amor no pasará jamás. Las profecías acabarán, el don de lenguas terminará, la ciencia desaparecerá; (I Corintios 13, 8)
Mi deseo es que todos ustedes tengan el don de lenguas, pero prefiero que profeticen, porque el que profetiza aventaja al que habla un lenguaje incomprensible. A no ser que este último también interprete ese lenguaje, para edificación de la comunidad. (I Corintios 14, 5)
Yo doy gracias a Dios porque tengo el don de lenguas más que todos ustedes. (I Corintios 14, 18)
En la Ley está escrito: Yo hablaré a este pueblo en lenguas extrañas y por boca de extranjeros; con todo, ni aun así me escucharán, dice el Señor. (I Corintios 14, 21)
Esto quiere decir que el don de lenguas es un signo, no para los que creen, sino para los que se niegan a creer; la profecía, en cambio, es para los que tienen fe. (I Corintios 14, 22)
¿Se tiene el don de lenguas? Que hablen dos, o a lo sumo tres, y por turno, y que alguien interprete. (I Corintios 14, 27)
Al partir para Macedonia, te pedí que permanecieras en Éfeso, para impedir que cierta gente enseñara doctrinas extrañas (I Timoteo 1, 3)
No se dejen extraviar por cualquier clase de doctrinas extrañas. Lo mejor es fortalecer el corazón con la gracia, no con alimentos que de nada aprovechan a quienes los comen. (Hebreos 13, 9)
y cantaban un canto nuevo, diciendo: «Tú eres digno de tomar el libro y de romper los sellos, porque has sido inmolado, y por medio de tu Sangre, has rescatado para Dios a hombres de todas las familias, lenguas, pueblos y naciones. (Apocalipsis 5, 9)
Después de esto, vi una enorme muchedumbre, imposible de contar, formada por gente de todas las naciones, familias, pueblos y lenguas. Estaban de pie ante el trono y delante del Cordero, vestidos con túnicas blancas; llevaban palmas en la mano y exclamaban con voz potente: (Apocalipsis 7, 9)
Entonces se me dijo: «Es necesario que profetices nuevamente acerca de una multitud de pueblos, de naciones, de lenguas y de reyes». (Apocalipsis 10, 11)
Estarán expuestos durante tres días y medio, a la vista de gente de todos los pueblos, familias, lenguas y naciones, y no se permitirá enterrarlos. (Apocalipsis 11, 9)