Encontrados 34 resultados para: lanzó
Al oír las palabras de su padre, Esaú lanzó un fuerte grito lleno de amargura. Luego dijo: "¡Padre, bendíceme también a mí!". (Génesis 27, 34)
Esaú dijo a su padre: "¿Acaso tienes sólo una bendición?". Isaac permaneció en silencio. Esaú lanzó un grito y se puso a llorar. (Génesis 27, 38)
El Señor endureció el corazón del Faraón, el rey de Egipto, y este se lanzó en persecución de los israelitas, mientras ellos salían triunfalmente. (Exodo 14, 8)
Entonces el pueblo lanzó un fuerte grito y se tocaron las trompetas. Al oír el sonido de las trompetas, el pueblo prorrumpió en un griterío ensordecedor, y el muro se desplomó sobre sí mismo. En seguida el pueblo acometió contra la ciudad, cada uno contra lo que tenía adelante, y la tomaron. (Josué 6, 20)
Mientras Samuel ofrecía el holocausto, los filisteos se acercaron a combatir contra Israel. Pero aquel día, el Señor lanzó sus truenos con gran fragor sobre los filisteos. Así sembró la confusión entre ellos, y fueron desbaratados por Israel. (I Samuel 7, 10)
Samuel dijo a todo el pueblo: "¿Vieron al que ha elegido el Señor? No hay nadie como él en todo el pueblo". Y todo el pueblo lanzó una ovación, gritando: "¡Viva el rey!". (I Samuel 10, 24)
La tropa se lanzó sobre el botín y tomó ovejas, bueyes y terneros; los degollaron sobre el suelo, y el pueblo los comió con la sangre. (I Samuel 14, 32)
Y el filisteo añadió: "Hoy lanzo un desafío a las filas de Israel. Preséntenme un hombre y nos batiremos en duelo". (I Samuel 17, 10)
y dijo a su servidor: "Corre a buscar las flechas que voy a tirar". El servidor fue corriendo, y Jonatán lanzó la flecha más allá de él. (I Samuel 20, 36)
Saúl y sus hombres salieron a buscarlo; pero alguien avisó a David, y él bajó a la Roca que está en el desierto de Maón. Saúl se enteró y se lanzó en persecución de David por el desierto de Maón. (I Samuel 23, 25)
La mujer vio a Samuel y lanzó un fuerte grito. Luego dijo a Saúl: "¿Por qué me has engañado? ¡Tú eres Saúl!". (I Samuel 28, 12)
se lanzó en persecución de Abner, sin desviarse ni a la derecha ni a la izquierda. (II Samuel 2, 19)