Encontrados 11 resultados para: lamentaciones

  • Jeremías compuso una lamentación sobre Josías, y todos los cantores y cantoras han hablado de él en sus cantos fúnebres hasta el día de hoy. Estos cantos se hicieron tradicionales en Israel y ahora están escritos en las Lamentaciones. (II Crónicas 35, 25)

  • recordando las palabras del profeta Amós contra Betel: "Sus fiestas se convertirán en duelo y todos sus cantos en lamentaciones". (Tobías 2, 6)

  • En cada provincia, a medida que iba llegando la orden del rey y su decreto, había un gran duelo entre los judíos, con ayunos, lágrimas y lamentaciones. Y el sayal y la ceniza sirvieron de lecho para muchos. (Ester 4, 3)

  • para instituir estos días de los "Purím", en las fechas fijadas, como lo habían ordenado Mardoqueo, el judío, y la reina Ester, y como lo habían establecido para sí mismos y para sus descendientes, con algunas cláusulas sobre ayunos y lamentaciones. (Ester 9, 31)

  • Así la boda terminó en duelo y la música en lamentaciones. (I Macabeos 9, 41)

  • Todos unánimemente cumplieron la orden y suplicaron al Señor misericordioso con lamentaciones, ayunos y postraciones, durante tres días seguidos. Entonces Judas los arengó, animándolos a estar preparados. (II Macabeos 13, 12)

  • El Señor se portó como un enemigo y devoró a Israel: devoró todos sus palacios, destruyó sus fortalezas; multiplicó en la hija de Judá las lamentaciones y los lamentos. (Lamentaciones 2, 5)

  • Por eso, así habla el Señor, Dios de los ejércitos: Habrá lamentaciones en todas las plazas y gemidos en todas las calles. Convocarán a los campesinos para el duelo y a las plañideras para los lamentos. (Amós 5, 16)

  • Habrá lamentaciones en todas las viñas, cuando yo pase en medio de ti, dice el Señor. (Amós 5, 17)

  • cambiaré sus fiestas en duelo y todos sus cantos en lamentaciones; haré que todos se ciñan un sayal y que se rapen todas las cabezas; haré que estén de duelo como por un hijo único, y su final será como un día de amargura. (Amós 8, 10)

  • Oración del profeta Habacuc, en el tono de las lamentaciones. (Habacuc 3, 1)


“Devemos odiar os nossos pecados, visto que o amor ao Senhor significa paz”. São Padre Pio de Pietrelcina