Encontrados 36 resultados para: juicios

  • Grandes e inenarrables son tus juicios, por eso, las almas ignorantes se extraviaron. (Sabiduría 17, 1)

  • Sí, en la senda trazada por tus juicios, esperamos en ti, Señor: tu Nombre y tu recuerdo son el deseo de nuestra alma. (Isaías 26, 8)

  • Mi alma te desea por la noche, y mi espíritu te busca de madrugada, porque cuando tus juicios se ejercen sobre la tierra, los habitantes del mundo aprenden la justicia. (Isaías 26, 9)

  • es un viento impetuoso que llega para servirme. Ahora, yo mismo, voy a pronunciar juicios contra ellos. (Jeremías 4, 12)

  • Llevarán a cabo una matanza, porque el país está lleno de juicios por homicidio y la ciudad llena de violencia. (Ezequiel 7, 23)

  • El rey estará de duelo, el príncipe se cubrirá de desolación y temblarán las manos de la gente. Yo los trataré conforme a su conducta, los juzgaré según sus juicios, y sabrán que yo soy el Señor. (Ezequiel 7, 27)

  • Porque tú eres justo en todo lo que has hecho por nosotros, todas tus obras son verdaderas, tus caminos son rectos y todos tus juicios son verdad. (Daniel 3, 27)

  • Ellos perdieron la cabeza y apartaron sus ojos para no mirar al Cielo y no acordarse de sus justos juicios. (Daniel 13, 9)

  • Por tu obstinación en no querer arrepentirte, vas acumulando ira para el día de la ira, cuando se manifiesten los justos juicios de Dios, (Romanos 2, 5)

  • Por eso, no hagan juicios prematuros. Dejen que venga el Señor: él sacará a la luz lo que está oculto en las tinieblas y manifestará las intenciones secretas de los corazones. Entonces, cada uno recibirá de Dios la alabanza que le corresponda. (I Corintios 4, 5)

  • Y escuché al altar, que decía: «Sí, Señor, Dios todopoderoso, tus juicios son verdaderos y justos». (Apocalipsis 16, 7)

  • porque sus juicios son verdaderos y justos. Él ha condenado a la famosa Prostituta que corrompía la tierra con su lujuria, y ha vengado en ella la sangre de sus servidores». (Apocalipsis 19, 2)


“O santo silêncio nos permite ouvir mais claramente a voz de Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina