Encontrados 1748 resultados para: josué y la tierra prometida

  • De pronto, la tierra comenzó a temblar tan violentamente que se conmovieron los cimientos de la cárcel, y en un instante, todas las puertas se abrieron y las cadenas de los prisioneros se soltaron. (Hechos 16, 26)

  • El Dios que ha hecho el mundo y todo lo que hay en él no habita en templos hechos por manos de hombre, porque es el Señor del cielo y de la tierra. (Hechos 17, 24)

  • Él hizo salir de un solo principio a todo el género humano para que habite sobre toda la tierra, y señaló de antemano a cada pueblo sus épocas y sus fronteras, (Hechos 17, 26)

  • Nosotros nos adelantamos en barco, navegando en dirección a Asos, donde debíamos recoger a Pablo. Él lo había dispuesto así, porque iba a hacer el viaje por tierra. (Hechos 20, 13)

  • Caí en tierra y oí una voz que me decía: "Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?". (Hechos 22, 7)

  • Todos vociferaban, agitaban sus mantos y tiraban tierra al aire. (Hechos 22, 23)

  • Todos caímos en tierra, y yo oí una voz que me decía en hebreo: "Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Te lastimas al dar coces contra el aguijón". (Hechos 26, 14)

  • En la decimocuarta noche, todavía íbamos a la deriva por el Adriático, cuando hacia la medianoche, los marineros presintieron la cercanía de tierra firme. (Hechos 27, 27)

  • Pero el centurión, que quería salvar a Pablo, impidió que lo hicieran, y ordenó que primero se tiraran al mar los que sabían nadar para llegar a tierra. (Hechos 27, 43)

  • Los demás, lo harían valiéndose de tablas o de los restos del navío. Así todos llegaron a tierra sanos y salvos. (Hechos 27, 44)

  • Porque la Escritura dice al Faraón: Precisamente para eso te he exaltado, para que en ti se manifieste mi poder y para que mi Nombre sea celebrado en toda la tierra. (Romanos 9, 17)

  • porque el Señor cumplirá plenamente y sin tardanza su palabra sobre la tierra. (Romanos 9, 28)


“Não há nada mais inaceitável do que uma mulher caprichosa, frívola e arrogante, especialmente se é casada. Uma esposa cristã deve ser uma mulher de profunda piedade em relação a Deus, um anjo de paz na família, digna e agradável em relação ao próximo.” São Padre Pio de Pietrelcina