Encontrados 42 resultados para: ignominia

  • "Este es el que antes poníamos en ridículo y convertíamos en objeto de escarnio. ¡Insensatos de nosotros! Su vida nos parecía una locura y su fin una ignominia. (Sabiduría 5, 4)

  • El que se acostumbra a mentir cae en la deshonra y su ignominia lo acompaña constantemente. (Eclesiástico 20, 26)

  • Una mujer bebedora provoca indignación: ella no podrá ocultar su ignominia. (Eclesiástico 26, 8)

  • Más vale malicia de hombre que bondad de mujer: una mujer avergüenza hasta la ignominia. (Eclesiástico 42, 14)

  • ¡Que se descubra tu desnudez y que se vea tu ignominia! Yo me vengaré y nadie se me opondrá, (Isaías 47, 3)

  • No temas, porque no te avergonzarás; no te sonrojes, porque no serás confundida: olvidarás la ignominia de tu adolescencia y no te acordarás del oprobio de tu viudez. (Isaías 54, 4)

  • Ya que su ignominia fue el doble de la cuenta y recibieron como parte vergüenza e insultos, ellos poseerán el doble en su tierra y gozarán de una alegría eterna. (Isaías 61, 7)

  • La Ignominia ha devorado las ganancias de nuestros padres desde nuestra juventud: sus ovejas y sus vacas, sus hijos y sus hijas. (Jeremías 3, 24)

  • Acostémonos en nuestra ignominia y que nos cubra nuestra vergüenza, porque hemos pecado contra el Señor, nuestro Dios, nosotros y nuestros padres, desde nuestra juventud hasta el día de hoy, y no hemos escuchado la voz del Señor, nuestro Dios. (Jeremías 3, 25)

  • Porque tan numerosos como tus ciudades son tus dioses, Judá. Tan numerosos como las calles de Jerusalén son los altares que ustedes han erigido a la Ignominia, los altares para quemar incienso a Baal. (Jeremías 11, 13)

  • Yo les infligiré un oprobio perpetuo y una ignominia eterna, que no se olvidará jamás. (Jeremías 23, 40)

  • Porque así habla el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: Como se ha derramado mi ira y mi furor sobre los habitantes de Jerusalén, así se derramará sobre ustedes mi furor cuando entren en Egipto; ustedes se convertirán en imprecación, devastación, maldición e ignominia, y no volverán más a este lugar". (Jeremías 42, 18)


“Pense em Jesus flagelado por amor a você, e ofereça com generosidade um sacrifício a Ele”. São Padre Pio de Pietrelcina