Encontrados 477 resultados para: horno de fuego

  • El sacerdote se vestirá con su túnica de lino y se cubrirá con pantalones de lino. Luego recogerá las cenizas a que habrá quedado reducido el holocausto por la acción del fuego, y las depositará a un costado del altar. (Levítico 6, 3)

  • El fuego permanecerá siempre encendido sobre el altar y no deberá extinguirse. Todas las mañanas el sacerdote lo avivará con leña, dispondrá el holocausto sobre él, y hará arder las partes grasosas de los sacrificios de comunión. (Levítico 6, 5)

  • Un fuego perpetuo, que nunca deberá extinguirse, permanecerá encendido sobre el altar. (Levítico 6, 6)

  • En cambio, no se podrá comer ninguna víctima cuya sangre haya sido introducida en la Carpa del Encuentro para practicar el rito de expiación en el Santuario, sino que deberá ser consumida por el fuego. (Levítico 6, 23)

  • Además, toda ofrenda cocida al horno o preparada a la cacerola o a la sartén, será para el sacerdote que la ofrece. (Levítico 7, 9)

  • No se podrá comer la carne que haya tocado algo impuro, sino que deberá ser consumida por el fuego. Solamente una persona pura podrá comer la carne de ese sacrificio. (Levítico 7, 19)

  • un fuego salió de la presencia del Señor, y consumió el holocausto y las partes grasosas puestas sobre el altar. Al ver esto, todo el pueblo prorrumpió en gritos de júbilo y se postró con el rostro en tierra. (Levítico 9, 24)

  • Nadab y Abihú, hijos de Aarón, tomaron cada uno su incensario, pusieron fuego en ellos y echaron incienso encima; pero el fuego que presentaron delante del Señor era un fuego profano, contrariamente a lo que él les había mandado. (Levítico 10, 1)

  • Entonces salió de la presencia del Señor un fuego que los devoró, y ambos murieron delante del Señor. (Levítico 10, 2)

  • Luego Moisés dijo a Aarón y a los otros hijos de este, Eleazar e Itamar: "No vayan con los cabellos sueltos ni desgarren sus vestiduras, porque de lo contrario morirán y el Señor se irritará contra toda la comunidad. Que sus hermanos y toda la familia de Israel lloren más bien por el fuego que ha encendido el Señor. (Levítico 10, 6)

  • El objeto sobre el que caiga alguno de esos cadáveres, será impuro. Si se trata de un horno o de un fogón, tendrán que ser derribados: son impuros, y ustedes tendrán que considerarlos como tales. (Levítico 11, 35)

  • Si una persona se quema con fuego y se forma sobre la quemadura una mancha lustrosa de color rojizo pálido o blancuzco, (Levítico 13, 24)


“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina