Encontrados 60 resultados para: historia de Abner

  • Poco después, los servidores de David llegaron con Joab de una incursión, trayendo un gran botín. Abner ya no estaba con David en Hebrón, porque este lo había despedido y él se había ido en paz. (II Samuel 3, 22)

  • Apenas llegó Joab con toda la tropa que lo acompañaba, fueron a decirle: "Abner, hijo de Ner, vino a ver al rey y este lo dejó partir en paz". (II Samuel 3, 23)

  • Entonces Joab se presentó al rey y le dijo: "¿Qué has hecho? Ahora que Abner ha venido a verte, ¿por qué lo has dejado irse tranquilamente? (II Samuel 3, 24)

  • Tú sabes bien quién es Abner, hijo de Ner. Él ha venido a engañarte, para enterarse de tus movimientos y saber todo lo que haces". (II Samuel 3, 25)

  • Joab salió de la presencia de David y envió detrás de Abner unos mensajeros, que lo hicieron volver desde la cisterna de Sirá, sin que David supiera nada. (II Samuel 3, 26)

  • Cuando Abner estuvo de vuelta en Hebrón, Joab lo llevó aparte a un lado de la entrada, como para hablar con él en privado, y allí lo hirió mortalmente en el bajo vientre, a causa de la sangre de su hermano Asael. (II Samuel 3, 27)

  • David se enteró en seguida de lo sucedido y exclamó: "Yo y mi reino somos inocentes para siempre, delante del Señor, de la sangre de Abner, hijo de Ner. (II Samuel 3, 28)

  • Joab y su hermano Abisai dieron muerte a Abner, porque él les había matado a su hermano Asael, en Gabaón, durante un combate. (II Samuel 3, 30)

  • Luego David dijo a Joab y a todo el pueblo que estaba con él: "Rasguen sus vestiduras, vístanse de luto y laméntense por Abner". Y el rey David iba caminando detrás del féretro, (II Samuel 3, 31)

  • cuando sepultaron a Abner en Hebrón. El rey prorrumpió en sollozos ante la tumba de Abner, y todo el pueblo se puso a llorar. (II Samuel 3, 32)

  • Entonces el rey entonó este canto fúnebre por Abner: Y todos siguieron llorando por él. (II Samuel 3, 33)

  • Así el pueblo y todo Israel se convencieron aquel día de que el rey no había intervenido en el asesinato de Abner, hijo de Ner. (II Samuel 3, 37)


“Se você fala das próprias virtudes para se exibir ou para vã ostentação perde todo o mérito.” São Padre Pio de Pietrelcina