Encontrados 238 resultados para: historia bíblica de josué 12

  • Cuando los israelitas terminaron de repartirse el territorio y de marcar sus límites, dieron una herencia en medio de ellos a Josué, hijo de Nun. (Josué 19, 49)

  • Estas son las posesiones que el sacerdote Eleazar, Josué hijo de Nun y los jefes de familia de las tribus israelitas distribuyeron mediante un sorteo en Silo, en la presencia del Señor, a la entrada de la Carpa del Encuentro. Así se puso término a la repartición del país. (Josué 19, 51)

  • El Señor dijo a Josué: (Josué 20, 1)

  • Los jefes de familia de los levitas se acercaron al sacerdote Eleazar, a Josué, hijo de Nun, y a los jefes de familia de las tribus israelitas, (Josué 21, 1)

  • Entonces Josué convocó a los rubenitas, a los gaditas y a la mitad de la tribu de Manasés, (Josué 22, 1)

  • Moisés había dado a la mitad de la tribu de Manasés un territorio en Basán, mientras que a la otra mitad, Josué le había asignado una parte junto a sus hermanos, en el lado occidental del Jordán. Además, cuando Josué los envió a sus campamentos, los bendijo, (Josué 22, 7)

  • Cuando ya hacía mucho tiempo que el Señor había concedido la paz a Israel, librándolo de todos los enemigos que tenía a su alrededor, Josué -que era un anciano de edad muy avanzada- (Josué 23, 1)

  • Josué reunió en Siquém a todas las tribus de Israel, y convocó a los ancianos de Israel, a sus jefes, a sus jueces y a sus escribas, y ellos se presentaron delante del Señor. (Josué 24, 1)

  • Entonces Josué dijo a todo el pueblo: "Así habla el Señor, el Dios de Israel: Sus antepasados, Téraj, el padre de Abraham y de Najor, vivían desde tiempos antiguos al otro lado del Río, y servían a otros dioses. (Josué 24, 2)

  • Entonces Josué dijo al pueblo: "Ustedes no podrán servir al Señor, porque él es un Dios santo, un Dios celoso, que no soportará ni las rebeldías ni los pecados de ustedes. (Josué 24, 19)

  • Pero el pueblo respondió a Josué: "No; nosotros serviremos al Señor". (Josué 24, 21)

  • Josué dijo al pueblo: "Son testigos contra ustedes mismos, de que han elegido al Señor para servirlo". "Somos testigos", respondieron ellos. (Josué 24, 22)


“Nunca vá se deitar sem antes examinar a sua consciência sobre o dia que passou. Enderece todos os seus pensamentos a Deus, consagre-lhe todo o seu ser e também todos os seus irmãos. Ofereça à glória de Deus o repouso que você vai iniciar e não esqueça do seu Anjo da Guarda que está sempre com você.” São Padre Pio de Pietrelcina