Encontrados 1538 resultados para: hijos rebeldes

  • Y como recordarán, los hemos exhortado y animado a cada uno personalmente, como un padre a sus hijos, (I Tesalonicenses 2, 11)

  • todos ustedes son hijos de la luz, hijos del día. Nosotros no pertenecemos a la noche ni a las tinieblas. (I Tesalonicenses 5, 5)

  • es decir, si se tiene en cuenta que no fue establecida para los justos, sino para los malvados y los rebeldes, para los impíos y pecadores, los sacrílegos y profanadores, los parricidas y matricidas, los asesinos, (I Timoteo 1, 9)

  • Que sepa gobernar su propia casa y mantener a sus hijos en la obediencia con toda dignidad. (I Timoteo 3, 4)

  • Los diáconos deberán ser hombres casados una sola vez, que gobiernen bien a sus hijos y su propia casa. (I Timoteo 3, 12)

  • Pero si alguna viuda tiene hijos o nietos, estos deben aprender primero a cumplir con sus deberes familiares y a ser agradecidos con sus padres, porque eso es lo que agrada a Dios. (I Timoteo 5, 4)

  • Que sus buenas obras den testimonio de ella; tiene que haber educado a sus hijos, ejercitado la hospitalidad, haber lavado los pies a los hermanos, socorrido a los necesitados y practicado el bien en todas sus formas. (I Timoteo 5, 10)

  • Por eso quiero que las viudas jóvenes se casen, que tengan hijos y atiendan a sus obligaciones domésticas, para no dar lugar a la maledicencia de los enemigos. (I Timoteo 5, 14)

  • Porque los hombres serán egoístas, amigos del dinero, jactanciosos, soberbios, difamadores, rebeldes con sus padres, desagradecidos, impíos, (II Timoteo 3, 2)

  • Todos ellos deben ser irreprochables, no haberse casado sino una sola vez y tener hijos creyentes, a los que no se pueda acusar de mala conducta o rebeldía. (Tito 1, 6)

  • Son muchos, en efecto, los espíritus rebeldes, los charlatanes y seductores, sobre todo, entre los circuncisos. (Tito 1, 10)

  • Ellos hacen profesión de conocer a Dios, pero con sus actos, lo niegan: son personas abominables, rebeldes, incapaces de cualquier obra buena. (Tito 1, 16)


“Mesmo a menor transgressão às leis de Deus será levada em conta.” São Padre Pio de Pietrelcina