Encontrados 299 resultados para: hija

  • Establezcamos ahora vínculos de amistad entre nosotros: dame a tu hija por esposa, y yo seré tu yerno, y a ti y a ella les haré regalos dignos de ti". (I Macabeos 10, 54)

  • Tolomeo partió de Egipto con su hija Cleopatra y llegó a Tolemaida, el año ciento sesenta y dos. (I Macabeos 10, 57)

  • El rey Alejandro fue a su encuentro, y Tolomeo le entregó a su hija Cleopatra, celebrándose la boda en Tolemaida con la magnificencia propia de los reyes. (I Macabeos 10, 58)

  • A tal efecto, Tolomeo mandó una embajada al rey Demetrio, con este mensaje: "Hagamos una alianza entre nosotros. Yo te daré a mi hija, la que ahora tiene Alejandro, y tú serás rey en el reino de tu padre. (I Macabeos 11, 9)

  • Entonces quitó su hija a Alejandro y se la dio a Demetrio: así rompió con Alejandro y se puso en evidencia su enemistad. (I Macabeos 11, 12)

  • ¡Qué bellos son tus pies en las sandalias, hija de príncipe! Las curvas de tus caderas son como collares, obra de las manos de un orfebre. (Cantar 7, 2)

  • Casa a tu hija, y habrás hecho una gran obra, pero dásela a un hombre inteligente. (Eclesiástico 7, 25)

  • La vergüenza de un padre es tener un hijo mal educado, y si es una hija, viene al mundo para su desgracia. (Eclesiástico 22, 3)

  • La hija prudente tendrá como herencia un marido, pero la desvergonzada será la tristeza de su padre. (Eclesiástico 22, 4)

  • La hija insolente avergüenza al padre y al marido, y es despreciada por los dos. (Eclesiástico 22, 5)

  • Una hija es para su padre causa secreta de insomnio, y la preocupación por ella le quita el sueño: cuando es joven, se le puede pasar la edad, y si está casada, puede ser aborrecida. (Eclesiástico 42, 9)

  • Si tu hija es atrevida, vigílala bien, no sea que te convierta en la burla de tus enemigos, en la habladuría de la ciudad y el comentario de la gente, y te cubra de vergüenza a los ojos de todos. (Eclesiástico 42, 11)


Uma filha espiritual perguntou a Padre Pio: “O Senhor cura tantas pessoas, por que não cura esta sua filha espiritual?” Padre Pio respondeu-lhe em voz baixa: “E não nos oferecemos a Deus?” São Padre Pio de Pietrelcina