Encontrados 21 resultados para: herida
Porque así habla el Señor: ¡Tu herida es incurable, irremediable tu llaga! (Jeremías 30, 12)
Nadie defiende tu causa, no hay remedio para tu herida, tú ya no tienes cura. (Jeremías 30, 13)
¿Por qué gritas a causa de tu herida, de tu dolor incurable? A causa de tu gran iniquidad, porque tus pecados eran graves, yo te hice todo esto. (Jeremías 30, 15)
No han fortalecido a la oveja débil, no han curado a la enferma, no han vendado a la herida, no han hecho volver a la descarriada, ni han buscado a la que estaba perdida. Al contrario, las han dominado con rigor y crueldad. (Ezequiel 34, 4)
Buscaré a la oveja perdida, haré volver a la descarriada, vendaré a la herida y curaré a la enferma, pero exterminaré a la que está gorda y robusta. Yo las apacentaré con justicia. (Ezequiel 34, 16)
Tu fractura no tiene remedio, tu herida es incurable. Todos los que oyen la noticia aplauden por tu ruina. Porque ¿sobre quién no ha pasado tu incesante maldad? (Nahún 3, 19)
Porque yo voy a suscitar en el país un pastor que no se preocupará de la oveja perdida, ni buscará a la extraviada, ni curará a la herida, ni alimentará a la sana, sino que comerá la carne de las más gordas y les arrancará hasta las pezuñas. (Zacarías 11, 16)
Una de sus cabezas parecía herida de muerte, pero su llaga mortal ya estaba cicatrizada. Toda la tierra, maravillada, siguió a la Bestia, (Apocalipsis 13, 3)
Y por los prodigios que realizaba al servicio de la primera Bestia, sedujo a los habitantes de la tierra para que fabricaran una imagen en honor de aquella que fue herida por la espada y sobrevivió. (Apocalipsis 13, 14)