Encontrados 185 resultados para: hacen
Los cachorros de león rugen contra él, hacen oír sus bramidos, han hecho de su país una desolación, sus ciudades son incendiadas, se quedan sin habitantes. (Jeremías 2, 15)
Como una jaula llena de pájaros, así están sus casas llenas de engaño. Por eso se hacen poderosos y ricos, (Jeremías 5, 27)
están gordos, rozagantes, traspasan los límites del mal. Ellos no hacen justicia, no hacen justicia al huérfano, y prosperan, no juzgan con rectitud a los indigentes. (Jeremías 5, 28)
Porque del más pequeño al más grande, todos están ávidos de ganancias, y desde el profeta hasta el sacerdote, no hacen otra cosa que engañar. (Jeremías 6, 13)
Pero si ustedes enmiendan realmente su conducta y sus acciones, si de veras se hacen justicia unos a otros, (Jeremías 7, 5)
¿No ves acaso lo que ellos hacen en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén? (Jeremías 7, 17)
Por eso, yo entregaré sus mujeres a otros, y sus campos a usurpadores. Porque del más pequeño al más grande, todos están ávidos de ganancias, y desde el profeta hasta el sacerdote, no hacen otra cosa que engañar. (Jeremías 8, 10)
Ellos son como un espantapájaros, en un campo de pepinos; no pueden hablar, hay que transportarlos, porque no dan ni un paso. ¡No les tengan miedo, no hacen ningún mal, ni tampoco son capaces de hacer el bien! (Jeremías 10, 5)
Así habla el Señor de los ejércitos: No escuchen las palabras de los profetas que profetizan para ustedes: no hacen más que ilusionarlos, lo que dicen son visiones de su imaginación, no lo que sale de la boca del Señor. (Jeremías 23, 16)
Pero sepan que si ustedes me hacen morir, arrojan sangre inocente sobre ustedes mismos, sobre esta ciudad y sobre sus habitantes. Porque verdaderamente el Señor me ha enviado a ustedes para decirles todas estas palabras". (Jeremías 26, 15)
Y ahora, así habla el señor, Dios de los ejércitos, el Dios de Israel: ¿Por qué se hacen un mal tan grande a ustedes mismos? ¿Por qué se hacen exterminar de en medio de Judá, hombres y mujeres, niños y pequeños, sin dejar para ustedes ni siquiera un resto? (Jeremías 44, 7)
¡Moab ha sido destrozado, se hacen oír los gritos hasta Soar! (Jeremías 48, 4)