Encontrados 43 resultados para: hable

  • pero si la nación de la que hablé se convierte de su maldad, entonces me arrepiento del mal que había pensado infligirle. (Jeremías 18, 8)

  • Yo te hablé cuando estabas tranquila, pero tú dijiste: "¡No escucharé!". Este ha sido tu camino desde tu juventud: nunca has escuchado mi voz. (Jeremías 22, 21)

  • Yo no envié a esos profetas, pero ellos corrieron; yo no les hablé, pero ellos profetizaron. (Jeremías 23, 21)

  • Yo hablé a Sedecías, rey de Judá, en estos mismos términos: Sometan su cuello al yugo del rey de Babilonia, sírvanlo a él y a su pueblo, y vivirán. (Jeremías 27, 12)

  • A los sacerdotes y a todo el pueblo, les hablé en estos términos: Así habla el Señor: No escuchen las palabras de los profetas que les profetizan diciendo: "Los objetos de la Casa del Señor serán traídos ahora de Babilonia, y muy pronto". Porque es mentira lo que ellos profetizan para ustedes. (Jeremías 27, 16)

  • Por eso, así habla el Señor, el Dios de los ejércitos, el Dios de Israel: Yo voy a atraer sobre Judá y sobre todos los habitantes de Jerusalén toda la desgracia con que los había amenazado. Porque les hablé, y ellos no escucharon, los llamé, y ellos no respondieron. (Jeremías 35, 17)

  • Si los jefes se enteran de que yo hablé contigo, y vienen a decirte: ‘Infórmanos sobre lo que has dicho al rey y sobre lo que él te dijo; no nos ocultes nada y no te haremos morir’, (Jeremías 38, 25)

  • Pero cuando yo te hable, abriré tu boca y les dirás: "Así habla el Señor: el que quiera escuchar que escuche, y el que no quiera escuchar que no escuche", porque son un pueblo rebelde. (Ezequiel 3, 27)

  • Yo hablé al pueblo por la mañana, y por la tarde murió mi esposa; y a la mañana siguiente hice lo que se me había ordenado. (Ezequiel 24, 18)

  • Así habla el Señor: Sí, tú eres aquel de quien yo hablé antiguamente por medio de mis servidores, los profetas de Israel. En aquellos días, durante años, ellos profetizaron que yo te llevaría contra los israelitas. (Ezequiel 38, 17)

  • Por eso, yo doy este decreto: ‘Todo pueblo, nación o lengua que hable irreverentemente contra el Dios de Sadrac, Mesac y Abed Negó, será cortado en pedazos y su casa quedará reducida a un basural, porque no hay otro dios que pueda librar de esa manera’". (Daniel 3, 96)

  • Luego me dijo: "No temas, hombre predilecto. ¡La paz esté contigo! ¡Sé fuerte y valeroso!". Mientras él me hablaba, recobré las fuerzas y le dije: "Que hable mi Señor, ya que me has fortalecido". (Daniel 10, 19)


“A oração é a efusão de nosso coração no de Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina