Encontrados 355 resultados para: guerra de canaán

  • El dominio de los israelitas sobre Iabín, rey de Canaán, se fue haciendo cada vez más fuerte, hasta que lo exterminaron por completo. (Jueces 4, 24)

  • La gente elegía dioses nuevos, la guerra ya estaba a las puertas; no se veía ni un escudo ni una lanza entre cuarenta mil hombres de Israel. (Jueces 5, 8)

  • Llegaron los reyes al combate: entonces combatieron los reyes de Canaán, en Taanac, junto a las aguas de Meguido, pero no recogieron plata como botín. (Jueces 5, 19)

  • Al cabo de un tiempo, los amonitas hicieron la guerra a Israel. (Jueces 11, 4)

  • ¿Vas a ser tú más que Balac, hijo de Sipor, rey de Moab? ¿Se atrevió él a entrar en litigio con Israel o le hizo la guerra? (Jueces 11, 25)

  • Al ver que nadie venía en mi ayuda, marché contra los amonitas arriesgando mi propia vida, y el Señor los entregó en mis manos. ¿Por qué entonces han subido hoy a hacerme la guerra?". (Jueces 12, 3)

  • Así partieron de Sorá y Estaol seiscientos hombres del clan de los danitas, cada uno equipado con armas de guerra. (Jueces 18, 11)

  • Entre los habitantes de Iabés de Galaad encontraron cuatrocientas jóvenes vírgenes, que no habían convivido con ningún hombre, y las llevaron al campamento de Silo, que está en el país de Canaán. (Jueces 21, 12)

  • Y si sus padres o hermanos vienen a protestar contra nosotros, les diremos: ‘Sean condescendientes con ellos, ya que no hemos podido capturar en la guerra una mujer para cada uno. Además, ustedes no hubieran podido dárselas, porque en ese caso se habrían hecho culpables’". (Jueces 21, 22)

  • diciendo: "Este será el derecho del rey que reinará sobre ustedes. Él tomará a los hijos de ustedes, los destinará a sus carros de guerra y a su caballería, y ellos correrán delante de su carro. (I Samuel 8, 11)

  • Los empleará como jefes de mil y de cincuenta hombres, y les hará cultivar sus campos, recoger sus cosechas, y fabricar sus armas de guerra y los arneses de sus carros. (I Samuel 8, 12)

  • Pero ellos olvidaron al Señor, su Dios, y él los entregó en manos de Sísara, el jefe del ejército de Jasor, y en manos de los filisteos y del rey de Moab, que les hicieron la guerra. (I Samuel 12, 9)


“De que vale perder-se em vãos temores?” São Padre Pio de Pietrelcina