Encontrados 54 resultados para: grasa

  • Presentará con sus propias manos la ofrenda que se quema para el Señor, y ofrecerá la grasa del animal, junto con el pecho, para realizar con este último el gesto de presentación al Señor. (Levítico 7, 30)

  • Luego el sacerdote hará arder la grasa sobre el altar, y el pecho será para Aarón y sus hijos. (Levítico 7, 31)

  • Esa pata es la porción que recibirá el hijo de Aarón que ofrezca la sangre y la grasa del sacrificio de comunión. (Levítico 7, 33)

  • En seguida tomó toda la grasa que está sobre las entrañas, la protuberancia del hígado y los dos riñones con su grasa, y los hizo arder sobre el altar. (Levítico 8, 16)

  • Cortó el carnero en pedazos y los hizo arder, junto con la cabeza y la grasa. (Levítico 8, 20)

  • En seguida tomó toda la grasa -la cola, la grasa que recubre las entrañas, la protuberancia del hígado y los dos riñones con su grasa- y la pata derecha. (Levítico 8, 25)

  • Luego hizo arder sobre el altar la grasa, los riñones y la protuberancia del hígado, extraídos de la víctima del sacrificio por el pecado, como el Señor lo había ordenado a Moisés. (Levítico 9, 10)

  • Todas las partes grasosas del toro y del carnero -la cola, la grasa que recubre las entrañas, los riñones y la protuberancia del hígado- (Levítico 9, 19)

  • Los primogénitos del ganado mayor y menor no podrán ser rescatados porque están consagrados. Por eso, derramarás su sangre contra el altar y harás arder su grasa como una ofrenda que se quema con aroma agradable al Señor. (Números 18, 17)

  • los que comían la grasa de sus sacrificios y bebían el vino de sus libaciones? Que se levanten y vengan en su ayuda, que sean para ustedes un refugio. (Deuteronomio 32, 38)

  • La hoja se hundió hasta le empuñadura y quedó totalmente cubierta por la grasa, porque Ehúd no extrajo el puñal del vientre. (Jueces 3, 22)

  • Incluso antes que se quemara la grasa, venía el servidor del sacerdote y decía a la persona que ofrecía el sacrificio: "Dale al sacerdote carne para asar; él no aceptará de ti carne cocida, sino sólo cruda". (I Samuel 2, 15)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina