Encontrados 180 resultados para: grandes

  • No menosprecies la conversación de los sabios: vuelve sobre sus máximas una y otra vez, porque de ellos recibirás la instrucción y el arte de servir a los grandes. (Eclesiástico 8, 8)

  • El que cultiva la tierra levanta bien alto su parva, y el que agrada a los grandes se hace perdonar la injusticia. (Eclesiástico 20, 28)

  • Acuérdate de tu padre y de tu madre, cuando te sientes en medio de los grandes, no sea que los olvides en presencia de ellos y te comportes como un necio. Porque entonces preferirías no haber nacido y maldecirías el día de tu nacimiento. (Eclesiástico 23, 14)

  • En medio de los grandes, no pretendas igualarlos, y si otro habla, sé parco en tus palabras. (Eclesiástico 32, 9)

  • Escúchenme, grandes del pueblo, y ustedes, jefes de la asamblea, préstenme atención. (Eclesiástico 33, 19)

  • La ciencia del médico afianza su prestigio y él se gana la admiración de los grandes. (Eclesiástico 38, 3)

  • Presta servicio entre los grandes y se lo ve en la presencia de los jefes; viaja por países extranjeros, porque conoce por experiencia lo bueno y lo malo de los hombres. (Eclesiástico 39, 4)

  • de usar pesas y medidas exactas, ni de obtener ganancias grandes o pequeñas; (Eclesiástico 42, 4)

  • Él dispuso ordenadamente las grandes obras de su sabiduría, porque existe desde siempre y para siempre; nada ha sido añadido, nada ha sido quitado, y él no tuvo necesidad de ningún consejero. (Eclesiástico 42, 21)

  • Hay muchas cosas ocultas más grandes todavía, porque sólo hemos visto algunas de sus obras. (Eclesiástico 43, 32)

  • Y ahora bendigan al Dios del universo que hace grandes cosas por todas partes, al que nos exaltó desde el seno materno y nos trató según su misericordia. (Eclesiástico 50, 22)

  • El Señor de los ejércitos lo ha jurado a mi oído: Sí, muchas mansiones, grandes y hermosas, quedarán desoladas por falta de habitantes. (Isaías 5, 9)


“Que o Espírito Santo guie a sua inteligência, faça-o descobrir a verdade escondida na Sagrada Escritura e inflame a sua vontade para praticá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina