Encontrados 531 resultados para: gran

  • Luego David cruzó al otro lado y se puso en la cima del monte, a lo lejos, de manera que había un gran espacio entre ellos. (I Samuel 26, 13)

  • Hoy yo he mostrado un gran aprecio por tu vida: ¡que el Señor muestre el mismo aprecio por la mía y me libre de todo peligro!". (I Samuel 26, 24)

  • El muchacho lo guió, y encontraron a los amalecitas desparramados por toda la comarca, comiendo, bebiendo y festejando por el gran botín que habían recogido en el país de los filisteos y en el país de Judá. (I Samuel 30, 16)

  • Poco después, los servidores de David llegaron con Joab de una incursión, trayendo un gran botín. Abner ya no estaba con David en Hebrón, porque este lo había despedido y él se había ido en paz. (II Samuel 3, 22)

  • Luego el rey dijo a sus servidores: "¡Sepan que hoy ha caído en Israel un jefe, un gran hombre! (II Samuel 3, 38)

  • Cuando informaron a David: "El Señor ha bendecido a la familia de Obededóm y todos sus bienes a causa del Arca de Dios", David partió e hizo subir el Arca de Dios desde la casa de Obededóm a la Ciudad de David, con gran alegría. (II Samuel 6, 12)

  • A causa de tu palabra y conforme a tu designio, tú has hecho esta gran obra, dándosela a conocer a tu servidor. (II Samuel 7, 21)

  • David adquirió gran renombre cuando volvió de derrotar a dieciocho mil arameos en el valle de la Sal. (II Samuel 8, 13)

  • y Absalón ha huido". El joven que estaba de centinela alzó los ojos, y vio avanzar un gran gentío por el camino que estaba detrás de él, sobre la ladera de la montaña. (II Samuel 13, 34)

  • De pronto, Absalón se encontró frente a los servidores de David. Iba montado en un mulo, y este se metió bajo el tupido ramaje de una gran encina, de manera que la cabeza de Absalón quedó enganchada en la encina. Así él quedó colgado entre el cielo y la tierra, mientras el mulo seguía de largo por debajo de él. (II Samuel 18, 9)

  • Luego tomaron a Absalón, lo arrojaron en un gran pozo, en plena foresta, y pusieron encima un enorme montón de piedras. Mientras tanto, todo Israel huyó, cada uno a su carpa. (II Samuel 18, 17)

  • El rey preguntó: "¿Está bien el joven Absalón?". Ajimaás respondió: "Cuando me envió Joab, el servidor del rey, vi un gran tumulto, pero no sé de qué se trataba". (II Samuel 18, 29)


“O mal não se vence com o mal, mas com o bem, que tem em si uma força sobrenatural.” São Padre Pio de Pietrelcina