Encontrados 9 resultados para: espontáneamente

  • En cambio, si el sacrificio se ofrece en cumplimiento de un voto o espontáneamente, la víctima deberá ser comida el mismo día en que se ofrezca el sacrificio, pero lo que sobre se podrá comer al día siguiente. (Levítico 7, 16)

  • Sé un hombre de palabra, y cumple el voto que hagas espontáneamente al Señor, tu Dios, expresándolo con tus propios labios. (Deuteronomio 23, 24)

  • Y esto te servirá de señal: Este año se comerá del grano caído, y el año próximo, de lo que brote espontáneamente; pero al tercer año, siembren y cosechen, planten viñas y coman de sus frutos. (II Reyes 19, 29)

  • Entonces los jefes de familia, los jefes de las tribus de Israel, los jefes de mil y de cien hombres, y los encargados de las obras del rey, entregaron espontáneamente sus ofrendas, (I Crónicas 29, 6)

  • Yo sé, Dios mío, que tú sondeas el corazón y amas la rectitud: por eso, con rectitud de corazón, te he ofrecido espontáneamente todas estas cosas, y ahora veo con alegría que el pueblo aquí presente te ofrece sus dones generosamente. (I Crónicas 29, 17)

  • A su lado, Amasías, hijo de Zicrí, que se había consagrado espontáneamente al Señor, con 200.000 guerreros. (II Crónicas 17, 16)

  • Y esto te servirá de señal: Este año se comerá del grano caído, y el año próximo, de lo que brote espontáneamente; pero al tercer año, siembren y cosechen, planten viñas y coman de sus frutos. (Isaías 37, 30)

  • Lo hicieron espontáneamente, aunque en realidad, estaban en deuda con ellos. Porque si los paganos participaron de sus bienes espirituales, deben a su vez retribuirles con bienes materiales. (Romanos 15, 27)

  • Apacienten el Rebaño de Dios, que les ha sido confiado; velen por él, no forzada, sino espontáneamente, como lo quiere Dios; no por un interés mezquino, sino con abnegación; (I Pedro 5, 2)


“O temor e a confiança devem dar as mãos e proceder como irmãos. Se nos damos conta de que temos muito temor devemos recorrer à confiança. Se confiamos excessivamente devemos ter um pouco de temor”. São Padre Pio de Pietrelcina