Encontrados 14 resultados para: escucharé

  • Sin embargo, también te escucharé en lo que respecta a Ismael: lo bendeciré, lo haré fecundo y le daré una descendencia muy numerosa; será padre de doce príncipes y haré de él una gran nación. (Génesis 17, 20)

  • Si les haces daño y ellos me piden auxilio, yo escucharé su clamor. (Exodo 22, 22)

  • porque ese es su único abrigo y el vestido de su cuerpo. De lo contrario, ¿con qué dormirá? Y si él me invoca, yo lo escucharé, porque soy compasivo. (Exodo 22, 26)

  • si mi pueblo, el que es llamado con mi Nombre, se humilla y suplica, si busca mi rostro y se convierte de sus malos caminos, yo escucharé desde el cielo, perdonaré su pecado y haré que su país se restablezca. (II Crónicas 7, 14)

  • En cuanto a ti, no ruegues por este pueblo, no eleves gritos ni plegarias en favor de él, no me insistas, porque no te escucharé. (Jeremías 7, 16)

  • Por eso, así habla el Señor: Yo haré venir sobre ellos una desgracia de la que no podrán librarse; gritarán hacia mí, pero yo no los escucharé. (Jeremías 11, 11)

  • En cuanto a ti, no ruegues por este pueblo, no eleves gritos ni plegarias en favor de ellos, porque yo no escucharé, cuando clamen hacia mí a causa de su desgracia. (Jeremías 11, 14)

  • Aunque ayunen, no escucharé sus gritos; aunque ofrezcan holocaustos y oblaciones, no los aceptaré. Antes bien, los voy a exterminar por la espada, por el hambre y la peste. (Jeremías 14, 12)

  • Yo te hablé cuando estabas tranquila, pero tú dijiste: "¡No escucharé!". Este ha sido tu camino desde tu juventud: nunca has escuchado mi voz. (Jeremías 22, 21)

  • Entonces, cuando ustedes me invoquen y vengan a suplicarme, yo los escucharé; (Jeremías 29, 12)

  • Yo también obraré con furor, sin una mirada de piedad y sin tener compasión. Gritarán con toda su voz a mis oídos, pero no los escucharé". (Ezequiel 8, 18)

  • Y sucedió lo siguiente: Así como él llamaba y ellos no escuchaban, así también ellos llamarán y yo no escucharé, dice el Señor de los ejércitos. (Zacarías 7, 13)


“Seja grato e beije docemente a mão de Deus. É sempre a mão de um pai que pune porque lhe quer bem” São Padre Pio de Pietrelcina