Encontrados 285 resultados para: ejércitos

  • Pero el pueblo no ha vuelto al que lo golpeaba, no ha buscado al Señor de los ejércitos. (Isaías 9, 12)

  • Por el furor del Señor de los ejércitos se incendia el país, y el pueblo es como pasto del fuego. Nadie se compadece de su hermano, (Isaías 9, 18)

  • Por eso el Señor de los ejércitos hará que la enfermedad consuma su vigor y dentro de su carne hará arder una fiebre, como el ardor del fuego. (Isaías 10, 16)

  • Porque el Señor de los ejércitos ejecutará este decreto de exterminio en medio de todo el país. (Isaías 10, 23)

  • Por eso, así habla el Señor de los ejércitos: Pueblo mío, que habitas en Sión, no temas nada de Asiria, que te golpea con el bastón y alza su vara contra ti a la manera de Egipto. (Isaías 10, 24)

  • El Señor de los ejércitos blandirá el látigo contra él, como cuando golpeó a Madián en la roca de Oreb, y alzará su vara sobre el mar, como la alzó en Egipto. (Isaías 10, 26)

  • ¡Miren! El Señor, el Señor de los ejércitos, desgaja con ímpetu el ramaje: los árboles más altos son talados, los más elevados, abatidos; (Isaías 10, 33)

  • ¡Escuchen! ¡Un tumulto en las montañas, algo así como una inmensa muchedumbre! ¡Escuchen! ¡Un alboroto de reinos, de naciones congregadas! Es el Señor de los ejércitos que pasa revista al ejército para la batalla. (Isaías 13, 4)

  • Por eso, haré temblar los cielos, y la tierra se moverá de su sitio bajo el furor del Señor de los ejércitos, en el día de su ira ardiente. (Isaías 13, 13)

  • Yo me alzaré contra ellos -oráculo del Señor de los ejércitos- y extirparé de Babilonia el nombre y el resto, el vástago y la posteridad -oráculo del Señor-. (Isaías 14, 22)

  • La convertiré en propiedad de erizos, en agua estancada, y la barreré con la escoba del exterminio -oráculo del Señor de los ejércitos-. (Isaías 14, 23)

  • El Señor de los ejércitos pronunció este juramento: "Sí, como lo he proyectado, así será; como lo he planeado, así sucederá. (Isaías 14, 24)


“Para consolar uma alma na sua dor, mostre-lhe todo o bem que ela ainda pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina