Encontrados 467 resultados para: diez carros de bronce

  • Y Josué los trató como el Señor se lo había mandado: mutiló a sus caballos y quemó sus carros de guerra. (Josué 11, 9)

  • Ha Caín, Guibeá y Timná: en total, diez ciudades con sus poblados. (Josué 15, 57)

  • Así Manasés obtuvo en suerte diez porciones de territorio, además de la región de Galaad y de Basán, que está al otro lado del Jordán, (Josué 17, 5)

  • Los hijos de José dijeron: "La montaña no nos basta, y en las llanuras todos los cananeos tienen carros de hierro, tanto los de Bet Seán y sus ciudades dependientes, como los de la llanura de Izreel". (Josué 17, 16)

  • porque la montaña les pertenecerá. Y si ella está cubierta de bosques, la talarán y será de ustedes hasta sus límites, ya que desposeerán a los cananeos, por más que tengan carros de hierro y sean muy fuertes. (Josué 17, 18)

  • a los clanes de los otros quehatitas les tocaron en suerte diez ciudades de las tribus de Efraím, de Dan y de la mitad de Manasés. (Josué 21, 5)

  • Eran en total diez ciudades, con sus campos de pastoreo, para los restantes clanes de los quehatitas. (Josué 21, 26)

  • diciéndoles: "Vuelvan a sus campamentos con grandes riquezas, con muchísimo ganado, con plata, oro, bronce, hierro, y con una gran cantidad de ropa. Pero compartan con sus hermanos los despojos de sus enemigos". (Josué 22, 8)

  • y a otros diez jefes, uno por cada tribu, para que se entrevistaran con los rubenitas, los gaditas y la mitad de la tribu de Manasés, en el territorio de Galaad. Todos ellos eran jefes de familia en los clanes de Israel. (Josué 22, 14)

  • y a sus padres, y ustedes llegaron al mar. Los egipcios persiguieron a sus padres, con carros y guerreros, hasta el Mar Rojo. (Josué 24, 6)

  • Después de un tiempo, Josué, hijo de Nun, el servidor del Señor, murió a la edad de ciento diez años. (Josué 24, 29)

  • Cuando Judá subió, el Señor puso en sus manos a los cananeos y a los perizitas, y derrotaron en Bézec a diez mil hombres. (Jueces 1, 4)


O Pai celeste está sempre disposto a contentá-lo em tudo o que for para o seu bem”. São Padre Pio de Pietrelcina