Encontrados 355 resultados para: descendencia de Abraham
Los filisteos taparon y llenaron de tierra todos los pozos, que en tiempos de Abraham habían cavado los servidores de su padre. (Génesis 26, 15)
En seguida abrió de nuevo los pozos que habían sido cavados en tiempos de su padre, y que los filisteos habían tapado después de la muerte de Abraham, y los llamó con los mismos nombres que les había dado su padre. (Génesis 26, 18)
y esa misma noche el Señor se le apareció para decirle: "Yo soy el Dios de Abraham, tu padre: no temas, porque estoy contigo. Yo te bendeciré y multiplicaré tu descendencia, por amor a mi servidor Abraham". (Génesis 26, 24)
Que el Dios Todopoderoso te bendiga, te haga fecundo y te dé una descendencia numerosa, para que seas el padre de una asamblea de pueblos. (Génesis 28, 3)
Que él te dé, a ti y a tu descendencia, la bendición de Abraham, para que puedas tomar posesión de la tierra donde ahora vives como extranjero, esa tierra que Dios concedió a Abraham". (Génesis 28, 4)
Por eso acudió a Ismael, el hijo de Abraham, y tomó por esposa -además de las que ya tenía- a Majalat, hija de Ismael y hermana de Nebaiot. (Génesis 28, 9)
Y el Señor, de pie junto a él, le decía: "Yo soy el Señor, el Dios de Abraham, tu padre, y el Dios de Isaac. A ti y a tu descendencia les daré la tierra donde estás acostado. (Génesis 28, 13)
Tu descendencia será numerosa como el polvo de la tierra; te extenderás hacia el este y el oeste, el norte y el sur; y por ti y tu descendencia, se bendecirán todas las familias de la tierra. (Génesis 28, 14)
Y si el Dios de mi padre -el Dios de Abraham y el Terror de Isaac- no hubiera estado de mi parte, me habrías despedido con las manos vacías. Pero Dios ha visto mi opresión y mi fatiga, y ayer por la noche pronunció su fallo". (Génesis 31, 42)
Que el Dios de Abraham y el Dios de Najor sea nuestro juez". Entonces Jacob prestó un juramento por el Terror de Isaac. (Génesis 31, 53)
Después pronunció esta oración: "Dios de mi padre Abraham y Dios de mi padre Isaac, Señor, que me dijiste: ‘Regresa a tu tierra natal y seré bondadoso contigo’, (Génesis 32, 10)
Tú mismo has afirmado: ‘Yo seré bondadoso contigo y haré que tu descendencia sea una multitud incontable como la arena del mar’". (Génesis 32, 13)