Encontrados 140 resultados para: dentro

  • Así Jeremías fue a parar dentro de una cisterna abovedada y pasó allí mucho tiempo. (Jeremías 37, 16)

  • Ebed Mélec tomó consigo a tres hombres y entró en la casa del rey, en el vestuario; tomó de allí unos trapos y unos vestidos viejos, y se los hizo llegar a Jeremías con unas cuerdas, dentro del aljibe. (Jeremías 38, 11)

  • Pero cuando llegaron al centro de la ciudad, Ismael, hijo de Natanías, y los hombres que lo acompañaban, los degollaron y los arrojaron dentro de la cisterna. (Jeremías 41, 7)

  • En lo que respecta a las columnas, la altura de una columna era de nueve metros; un hilo de seis metros medía su circunferencia; su espesor era de cuatro dedos, y era hueca por dentro. (Jeremías 52, 21)

  • El Señor derribó a mis valientes, que estaban dentro de mí. Convocó contra mí una asamblea para destrozar a mis jóvenes. El Señor pisoteó en el lagar a la virgen hija de Judá. (Lamentaciones 1, 15)

  • Mi alma no hace más que recordar y se hunde dentro de mí; (Lamentaciones 3, 20)

  • yo haré cesar en las ciudades de Judá y dentro de Jerusalén el grito de gozo y el grito de alegría, el canto del esposo y el canto de la esposa, y todo el país se convertirá en un desierto sin habitantes. (Baruc 2, 23)

  • Son como uno de los postes del templo, de los cuales se dice que están carcomidos por dentro, y mientras los gusanos de la tierra los devoran junto con sus vestidos, ellos no sienten nada. (Baruc 6, 19)

  • El aspecto de las ruedas era brillante como el topacio y las cuatro tenían la misma forma. En cuanto a su estructura, era como si una rueda estuviera metida dentro de otra. (Ezequiel 1, 16)

  • Entonces un espíritu entró en mí y me hizo permanecer de pie. Él me habló y me dijo: Ve a encerrarte dentro de tu casa. (Ezequiel 3, 24)

  • En cuanto a su aspecto, las cuatro tenían la misma forma, y era como si una rueda estuviera metida dentro de otra. (Ezequiel 10, 10)

  • Yo les daré otro corazón y pondré dentro de ellos un espíritu nuevo: arrancaré de su cuerpo el corazón de piedra y les daré un corazón de carne, (Ezequiel 11, 19)


“Quando o dia seguinte chegar, ele também será chamado de hoje e, então, você pensará nele. Tenha sempre muita confiança na Divina Providência.” São Padre Pio de Pietrelcina