Encontrados 96 resultados para: deja
Ya que el muerto descansa, deja en paz su memoria, y trata de consolarte, porque ha partido su espíritu. (Eclesiástico 38, 23)
Pero el Señor no renuncia jamás a su misericordia ni deja que se pierda ninguna de sus palabras: él no hará desaparecer la posteridad de su elegido, ni exterminará la estirpe de aquel que lo amó. Por eso, le dio un resto a Jacob, y a David una raíz nacida de él. (Eclesiástico 47, 22)
llega hasta Aiat, atraviesa Migrón, deja su equipaje en Micmás. (Isaías 10, 28)
Miren, el Señor arrasa la tierra y la deja desierta, trastorna su faz y dispersa a sus habitantes. (Isaías 24, 1)
¡Busquen al Señor mientras se deja encontrar, llámenlo mientras está cerca! (Isaías 55, 6)
Sí, hasta la cierva en el campo, deja abandonadas sus crías, por falta de pasto; (Jeremías 14, 5)
Él es como un árbol plantado al borde de las aguas, que extiende sus raíces hacia la corriente; no teme cuando llega el calor y su follaje se mantiene frondoso; no se inquieta en un año de sequía y nunca deja de dar fruto. (Jeremías 17, 8)
¡Deja a tus huérfanos, yo los haré vivir, y que tus viudas confíen en mí! (Jeremías 49, 11)
¡Invoca al Señor de corazón, gime, hija de Sión! ¡Deja correr tus lágrimas a raudales, de día y de noche: no te concedas descanso, que no repose la pupila de tus ojos! (Lamentaciones 2, 18)
Pero si el profeta se deja seducir y pronuncia una palabra, habré sido yo, el Señor, el que sedujo a ese profeta: extenderé mi mano contra él y lo exterminaré de en medio de mi pueblo Israel. (Ezequiel 14, 9)
¡Son todos adúlteros! Se parecen a un horno encendido, que el panadero deja de avivar desde que se amasa la pasta hasta que ha fermentado. (Oseas 7, 4)
El señor es lento para enojarse, pero es grande en poder y no deja a nadie impune. Él camina en la tempestad y el huracán, la nube es el polvo de sus pies. (Nahún 1, 3)