Encontrados 27 resultados para: dedo
Después tomará la sangre del novillo y rociará con el dedo la parte delantera de la tapa, hacia el este; y delante de la tapa, hará con el dedo siete aspersiones de sangre. (Levítico 16, 14)
luego hará con el dedo siete aspersiones de sangre sobre el altar, y así lo purificará de las impurezas de los israelitas, y lo santificará. (Levítico 16, 19)
El sacerdote Eleazar recogerá con el dedo un poco de sangre y hará siete aspersiones hacia la Carpa del Encuentro. (Números 19, 4)
Entonces el Señor me entregó las dos tablas de piedra, escritas por el dedo de Dios, donde estaban todas las palabras que él les dirigió en la montaña, desde el fuego, el día de la asamblea. (Deuteronomio 9, 10)
Adoní Bézec trató de escapar, pero ellos lo persiguieron, lo capturaron y le cortaron el dedo pulgar de las manos y de los pies. (Jueces 1, 6)
Los jóvenes que se habían criado con él le dijeron: "A ese pueblo que te ha dicho: ‘Tu padre nos impuso un yugo pesado, pero tú alívianos la carga’, diles esto: ‘¡Mi dedo meñique es más grueso que la cintura de mi padre! (I Reyes 12, 10)
Los jóvenes que se habían criado con él le dijeron: "Al pueblo que te ha dicho: ‘Tu padre nos impuso un yugo pesado, pero tú alívianos la carga’, diles esto: ‘¡Mi dedo meñique es más grueso que la cintura de mi padre! (II Crónicas 10, 10)
Atan pesadas cargas y las ponen sobre los hombros de los demás, mientras que ellos no quieren moverlas ni siquiera con el dedo. (Mateo 23, 4)
Pero si yo expulso a los demonios con la fuerza del dedo de Dios, quiere decir que el Reino de Dios ha llegado a ustedes. (Lucas 11, 20)
Él le respondió: «¡Ay de ustedes también, porque imponen a los demás cargas insoportables, pero ustedes no las tocan ni siquiera con un dedo! (Lucas 11, 46)
Pero el padre dijo a sus servidores: "Traigan en seguida la mejor ropa y vístanlo, pónganle un anillo en el dedo y sandalias en los pies. (Lucas 15, 22)
Entonces exclamó: "Padre Abraham, ten piedad de mí y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en el agua y refresque mi lengua, porque estas llamas me atormentan". (Lucas 16, 24)
