Encontrados 48 resultados para: deben

  • Siendo esta una verdad innegable, deben quedarse tranquilos y no actuar apresuradamente. (Hechos 19, 36)

  • Por lo tanto, hermanos, yo los exhorto por la misericordia de Dios a ofrecerse ustedes mismos como una víctima viva, santa y agradable a Dios: este es el culto espiritual que deben ofrecer. (Romanos 12, 1)

  • Todos deben someterse a las autoridades constituidas, porque no hay autoridad que no provenga de Dios y las que existen han sido establecidas por él. (Romanos 13, 1)

  • Y por eso también, ustedes deben pagar los impuestos: los gobernantes, en efecto, son funcionarios al servicio de Dios encargados de cumplir este oficio. (Romanos 13, 6)

  • Lo hicieron espontáneamente, aunque en realidad, estaban en deuda con ellos. Porque si los paganos participaron de sus bienes espirituales, deben a su vez retribuirles con bienes materiales. (Romanos 15, 27)

  • Los hombres deben considerarnos simplemente como servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios. (I Corintios 4, 1)

  • Porque no deben ignorar, hermanos, que todos nuestros padres fueron guiados por la nube y todos atravesaron el mar; (I Corintios 10, 1)

  • Los que tienen el don de profecía deben ser capaces de controlar su inspiración, (I Corintios 14, 32)

  • Ahora estoy dispuesto a visitarlos por tercera vez, y tampoco en esta oportunidad les seré gravoso, porque lo que yo busco no son sus bienes, sino a ustedes mismos: en efecto, no son los hijos los que deben ahorrar para los padres, sino los padres para los hijos. (II Corintios 12, 14)

  • Lo mismo digo acerca de las obscenidades, de las malas conversaciones y de las bromas groseras: todo esto está fuera de lugar. Lo que deben hacer es dar gracias a Dios. (Efesios 5, 4)

  • Así como la Iglesia es dócil a Cristo, así también las mujeres deben ser dóciles en todo a su marido. (Efesios 5, 24)

  • Del mismo modo, los maridos deben amar a su mujer como a su propio cuerpo. El que ama a su esposa se ama a sí mismo. (Efesios 5, 28)


“Reze, reze! Quem muito reza se salva e salva os outros. E qual oração pode ser mais bela e mais aceita a Nossa Senhora do que o Rosario?” São Padre Pio de Pietrelcina