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  • el rey mandó llamar a Semei y le dijo: "¿Acaso no te hice jurar por el Señor, advirtiéndote expresamente que apenas salieras y fueras a cualquier parte podrías estar seguro de que morirías sin remedio? Y tú me respondiste: Está bien, me doy por enterado. (I Reyes 2, 42)

  • También ellos se erigieron lugares altos, piedras conmemorativas y postes sagrados, en cualquier colina elevada y bajo todo árbol frondoso. (I Reyes 14, 23)

  • Aquí están las clases de los sacerdotes y levitas para todo el servicio de la Casa de Dios. En todo este trabajo contarás con la ayuda de obreros adiestrados para cualquier tipo de tareas. También los jefes y todo el pueblo estarán a tus órdenes". (I Crónicas 28, 21)

  • hijo de una mujer danita, cuyo padre era de Tiro. Él sabe trabajar el oro, la plata, el bronce, el hierro, las piedras preciosas, la madera, la púrpura escarlata, la púrpura violeta, el lino fino y el carmesí. También sabe hacer toda clase de esculturas y ejecutar cualquier obra que se le proponga, junto con tus artesanos y los de tu padre David, mi señor. (II Crónicas 2, 13)

  • En todo pleito que provenga de sus hermanos residentes en cualquier ciudad -ya sean causas de sangre o cuestiones relativas a la Ley, a los mandamientos, a los preceptos y a las costumbres- ustedes deberán instruirlos, para que no se hagan culpables delante del Señor y su ira no se encienda contra ustedes y contra sus hermanos. Obren de esta manera, y no se harán culpables. (II Crónicas 19, 10)

  • Que la población de cada lugar ayude a todos los que queden de ese pueblo, en cualquier parte donde residan, proporcionándoles plata, oro, bienes y ganado, como así también otras ofrendas voluntarias para la Casa del Dios que está en Jerusalén". (Esdras 1, 4)

  • ¡Que el Dios que ha establecido allí su Nombre destruya a cualquier rey o pueblo que intente transgredir esta orden, destruyendo esa Casa de Dios que está en Jerusalén! Yo, Darío, he promulgado este decreto. Que sea cumplido estrictamente". (Esdras 6, 12)

  • Yo he dado esta orden: Cualquier miembro del pueblo de Israel que esté dentro de mi reino y se ofrezca voluntariamente para ir contigo a Jerusalén, incluidos sus sacerdotes y levitas, puede hacerlo. (Esdras 7, 13)

  • Si la gente del país trae mercancías o cualquier otro objeto, para vender en día sábado, no les compraremos nada en sábado o en día festivo. El séptimo año, dejaremos los campos sin cultivar y cancelaremos cualquier clase de deuda. (Nehemías 10, 32)

  • En cualquier circunstancia bendice al Señor, tu Dios; pídele que dirija tus pasos y que todos tus caminos y todos tus proyectos lleguen a feliz término. Porque ningún pueblo posee la sabiduría, sino que es el Señor el que da todos los bienes: él humilla a quien quiere, hasta lo más profundo del Abismo. Hijo mío, acuérdate de estos preceptos, y que nunca se borren de tu corazón. (Tobías 4, 19)

  • No te preocupes de que nos hayamos empobrecido. Tú tienes una riqueza muy grande si temes a Dios, si evitas cualquier pecado y si haces lo que agrada al Señor, tu Dios". (Tobías 4, 21)

  • Y añadió: "Tú tienes el derecho de casarte con ella. Escúchame, hermano: esta misma noche, yo hablaré de ella a su padre para que él la haga tu prometida; y cuando volvamos de Ragués, celebraremos la boda. Yo sé que Ragüel no podría negártela ni comprometerla con otro, sin hacerse reo de muerte, conforme a lo prescrito en el Libro de Moisés. Él sabe, en efecto, que a ti te corresponde tomar por esposa a su hija antes que cualquier otro. Por eso, óyeme bien, hermano: esta noche, hablaremos de la joven y la pediremos en matrimonio. Cuando volvamos de Ragués, la tomaremos y la llevaremos con nosotros a tu casa". (Tobías 6, 13)


“A mansidão reprime a ira.” São Padre Pio de Pietrelcina