Encontrados 13 resultados para: crecimiento espiritual

  • Dios, a quien tributo un culto espiritual anunciando la Buena Noticia de su Hijo, es testigo de que yo los recuerdo constantemente, (Romanos 1, 9)

  • Porque sabemos que la Ley es espiritual, pero yo soy carnal, y estoy vendido como esclavo al pecado. (Romanos 7, 14)

  • En efecto, los que viven según la carne desean lo que es carnal; en cambio, los que viven según el espíritu, desean lo que es espiritual. (Romanos 8, 5)

  • Por lo tanto, hermanos, yo los exhorto por la misericordia de Dios a ofrecerse ustedes mismos como una víctima viva, santa y agradable a Dios: este es el culto espiritual que deben ofrecer. (Romanos 12, 1)

  • El hombre espiritual, en cambio, todo lo juzga, y no puede ser juzgado por nadie. (I Corintios 2, 15)

  • También todos comieron la misma comida y bebieron la misma bebida espiritual. (I Corintios 10, 3)

  • En efecto, bebían el agua de una roca espiritual que los acompañaba, y esa roca era Cristo. (I Corintios 10, 4)

  • se siembran cuerpos puramente naturales y resucitarán cuerpos espirituales. Porque hay un cuerpo puramente natural y hay también un cuerpo espiritual. (I Corintios 15, 44)

  • Esto es lo que dice la Escritura: El primer hombre, Adán, fue creado como un ser viviente; el último Adán, en cambio, es un ser espiritual que da la Vida. (I Corintios 15, 45)

  • Pero no existió primero lo espiritual sino lo puramente natural; lo espiritual viene después. (I Corintios 15, 46)

  • pero no se mantiene unida a la Cabeza que vivifica a todo el Cuerpo y le da cohesión por medio de las articulaciones y de los ligamentos, a fin de que su crecimiento se realice en Dios. (Colosenses 2, 19)

  • No malogres el don espiritual que hay en ti y que te fue conferido mediante una intervención profética, por la imposición de las manos del presbiterio. (I Timoteo 4, 14)


“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina