Encontrados 26 resultados para: costas

  • Yo les daré una señal, y a algunos de sus sobrevivientes los enviaré a las naciones: a Tarsis, Put, Lud, Mésec, Ros, Tubal y Javán, a las costas lejanas que no han oído hablar de mí ni han visto mi gloria. Y ellos anunciarán mi gloria a las naciones. (Isaías 66, 19)

  • ¡Sí, crucen a las costas de los Quitím y miren, envíen gente a Quedar y fíjense bien, a ver si ha sucedido una cosa igual! (Jeremías 2, 10)

  • a todos los reyes de Tiro, a todos los reyes de Sidón, a los reyes de las costas lejanas que están más allá del mar; (Jeremías 25, 22)

  • ¡Escuchen, naciones, la palabra del Señor, anúncienla en las costas más lejanas! Digan: "El que dispersó a Israel lo reunirá, y lo cuidará como un pastor a su rebaño". (Jeremías 31, 10)

  • Así habla el Señor a Tiro: ¡Cómo temblarán las costas lejanas por el estruendo de tu caída, cuando giman las víctimas y haya una mortandad en medio de ti! (Ezequiel 26, 15)

  • Ahora tiemblan las costas en el día de tu caída, y las islas que están en el mar se horrorizan de tu desenlace!". (Ezequiel 26, 18)

  • Tú le dirás a Tiro, la que tiene su trono sobre los puertos del mar y trafica con los pueblos hasta en las costas más lejanas: Así habla el Señor: Tiro, tú decías: "Yo soy una nave de perfecta hermosura". (Ezequiel 27, 3)

  • Con encinas de Basán hicieron tus remos. Te hicieron la cubierta de marfil incrustado en madera de pino de las costas de Quitím. (Ezequiel 27, 6)

  • De lino recamado de Egipto estaba hecha tu vela, para que te sirviera de estandarte. Tu toldo era de púrpura violeta y escarlata de las costas de Elisá. (Ezequiel 27, 7)

  • Los habitantes de las costas lejanas están consternados por ti; a sus reyes se les erizaron los cabellos y tienen el rostro demudado. (Ezequiel 27, 35)

  • Enviaré fuego sobre Magog y sobre los que viven confiados en las costas lejanas, y ellos sabrán que yo soy el Señor. (Ezequiel 39, 6)

  • El Señor se mostrará terrible con ellos, cuando él reduzca a nada a todos los dioses de la tierra y se postren ante él, cada una en su lugar, hasta las naciones de las costas más lejanas. (Sofonías 2, 11)


“Seja modesto no olhar.” São Padre Pio de Pietrelcina