Encontrados 43 resultados para: constantemente

  • para que ofrecieran constantemente sacrificios al Señor en el altar de los holocaustos, por la mañana y por la tarde, según lo que está escrito en la Ley que el Señor dio a Israel. (I Crónicas 16, 40)

  • ¡Felices tus mujeres, y felices también estos servidores tuyos, que están constantemente delante de ti, escuchando tu sabiduría! (II Crónicas 9, 7)

  • El Señor, el Dios de sus padres, les llamó la atención constantemente por medio de sus mensajeros, porque tenía compasión de su pueblo y de su Morada. (II Crónicas 36, 15)

  • nos ha advertido que entre todas las tribus expandidas por la tierra se ha mezclado un pueblo hostil, opuesto por sus leyes a toda otra nación, que desdeña constantemente las órdenes reales, hasta el punto de ser un obstáculo para la cohesión del reino que nosotros dirigimos de manera irreprochable. (Ester 13, 4)

  • Sus caminos prosperan constantemente; tus juicios, allá arriba, lo tienen sin cuidado; elimina de un soplo a todos sus rivales (Salmos 10, 5)

  • Me afligen constantemente con sus palabras, sólo piensan en hacerme daño; (Salmos 56, 6)

  • Confíen en Dios constantemente, ustedes, que son su pueblo; desahoguen en él su corazón, porque Dios es nuestro refugio. Pausa (Salmos 62, 9)

  • ¡Recurran al Señor y a su poder, busquen constantemente su rostro; (Salmos 105, 4)

  • Antes bien, han creado un Senado, donde cada día sesionan trescientos veinte senadores, que deliberan constantemente sobre los asuntos del pueblo, a fin de asegurar el orden público. (I Macabeos 8, 15)

  • porque contamos con el auxilio del Cielo que nos asiste constantemente. Así fuimos liberados de nuestros enemigos y ellos quedaron humillados. (I Macabeos 12, 15)

  • Se veía constantemente con Judas y sentía por él un sincero aprecio; (II Macabeos 14, 24)

  • Átalos a tu corazón constantemente, anúdalos a tu cuello. (Proverbios 6, 21)


“Como Jesus, preparemo-nos a duas ascensões: uma ao Calvário e outra ao Céu. A ascensão ao Calvário, se não for alegre, deve ao menos ser resignada!” São Padre Pio de Pietrelcina