Encontrados 190 resultados para: consejo sabio

  • Por eso, es necesario que el Faraón busque un hombre prudente y sabio, y lo ponga al frente de todo Egipto. (Génesis 41, 33)

  • Y dirigiéndose a José, le expresó: "Ya que Dios te ha hecho conocer todas estas cosas, no hay nadie que sea tan prudente y sabio como tú. (Génesis 41, 39)

  • Ahora escúchame. Yo te daré un consejo, y que Dios esté contigo. Tú debes representar al pueblo delante de Dios y exponerle los asuntos de la gente. (Exodo 18, 19)

  • Moisés siguió el consejo de su suegro y puso en práctica todo lo que él le había indicado. (Exodo 18, 24)

  • Obsérvenlos y pónganlos en práctica, porque así serán sabios y prudentes a los ojos de los pueblos, que al oír todas estas leyes, dirán: "¡Realmente es un pueblo sabio y prudente esta gran nación!". (Deuteronomio 4, 6)

  • En aquella época, se buscaba el consejo de Ajitófel como un oráculo divino: tal era la estima que tenían por sus consejos tanto David como Absalón. (II Samuel 16, 23)

  • Jusai respondió a Absalón: "Esta vez, el consejo que ha dado Ajitófel no es acertado". (II Samuel 17, 7)

  • Absalón y todos los hombres de Israel dijeron: "¡El consejo de Jusai, el arquita, es mejor que el de Ajitófel!". El Señor, en efecto, había decidido frustrar el acertado consejo de Ajitófel, para provocar la ruina de Absalón. (II Samuel 17, 14)

  • Jusai dijo entonces a los sacerdotes Sadoc y Abiatar: "Ajitófel ha aconsejado tal y tal cosa a Absalón y a los ancianos de Israel, y yo les he dado este otro consejo. (II Samuel 17, 15)

  • Cuando Ajitófel vio que no habían seguido su consejo, ensilló su asno y se fue a su casa, a su ciudad. Puso en orden los asuntos de su casa y se ahorcó. Así murió, y fue sepultado en el sepulcro de su padre. (II Samuel 17, 23)

  • Ahora bien, te voy a dar un consejo para que salves tu vida y la de tu hijo Salomón. (I Reyes 1, 12)

  • yo voy a obrar conforme a lo que dices: Te doy un corazón sabio y prudente, de manera que no ha habido nadie como tú antes de ti, ni habrá nadie como tú después de ti. (I Reyes 3, 12)


O sábio elogia a mulher forte dizendo: os seu dedos manejaram o fuso. A roca é o alvo dos seus desejos. Fie, portanto, cada dia um pouco. Puxe fio a fio até a execução e, infalivelmente, você chegará ao fim. Mas não tenha pressa, pois senão você poderá misturar o fio com os nós e embaraçar tudo.” São Padre Pio de Pietrelcina