Encontrados 25 resultados para: cintura

  • En cuanto a ti, cíñete la cintura, levántate y diles todo lo que yo te ordene. No te dejes intimidar por ellos, no sea que te intimide yo delante de ellos. (Jeremías 1, 17)

  • Así me habló el Señor: "Ve a comprarte una faja de lino; te la ajustarás a la cintura, pero no la meterás en el agua". (Jeremías 13, 1)

  • Yo compré la faja, conforme a la palabra del Señor, y me la ajusté a la cintura. (Jeremías 13, 2)

  • "Toma la faja que habías comprado y que llevas puesta a la cintura. Ve en seguida a Perat y escóndela allí en la hendidura de una roca". (Jeremías 13, 4)

  • Porque así como la faja se adhiere a la cintura del hombre, así yo me había adherido a toda la casa de Israel y a toda la casa de Judá -oráculo del Señor- para que ellos fueran mi pueblo, mi renombre, mi honor y mi gloria. ¡Pero no han escuchado! (Jeremías 13, 11)

  • Entonces vi un fulgor como de electro, algo así como un fuego que lo rodeaba desde lo que parecía ser su cintura para abajo; vi algo así como un fuego y una claridad alrededor de él: (Ezequiel 1, 27)

  • Yo miré y vi una figura con aspecto humano. Desde lo que parecía ser su cintura para abajo, había fuego, y desde su cintura para arriba, había una especie de claridad, un fulgor como de electro. (Ezequiel 8, 2)

  • Entonces llegaron seis hombres del lado de la puerta superior que mira hacia el norte, cada uno con su instrumento de destrucción en la mano. En medio de ellos había un hombre vestido de lino, con la cartera de escriba en la cintura. Todos entraron y se detuvieron delante del altar de bronce. (Ezequiel 9, 2)

  • La gloria del Dios de Israel se levantó de encima de los querubines sobre los cuales estaba, se dirigió hacia el umbral de la Casa, y llamó al hombre vestido de lino que tenía la cartera de escriba en la cintura. (Ezequiel 9, 3)

  • Entonces el hombre vestido de lino, que tenía la cartera de escriba en la cintura, dio cuenta diciendo: "Hice lo que tú me habías ordenado". (Ezequiel 9, 11)

  • Midió otros quinientos metros y me hizo caminar a través del agua, que me llegó a las rodillas. Midió otros quinientos metros y me hizo caminar a través del agua, que me llegó a la cintura. (Ezequiel 47, 4)

  • se levantó de la mesa, se sacó el manto y tomando una toalla se la ató a la cintura. (Juan 13, 4)


“Para consolar uma alma na sua dor, mostre-lhe todo o bem que ela ainda pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina