Encontrados 27 resultados para: cerrojos
porque él destrozó las puertas de bronce y quebró los cerrojos de hierro. (Salmos 107, 16)
Él reforzó los cerrojos de tus puertas y bendijo a tus hijos dentro de ti; (Salmos 147, 13)
Al volver a Jerusalén, Báquides comenzó a fortificar algunas ciudades en Judea: las fortalezas de Jericó, Emaús, Betjorón, Betel, Tamnatá, Faratón y Tefón, protegiéndolas con altas murallas, puertas y cerrojos. (I Macabeos 9, 50)
Simón, por su lado, reconstruyó Adidá en la Sefelá, la fortificó y la aseguró con puertas y cerrojos. (I Macabeos 12, 38)
Simón, por su parte, reparó las fortalezas de Judea, las rodeó de altas torres y de grandes murallas con puertas y cerrojos, y almacenó víveres en ellas. (I Macabeos 13, 33)
También es grande el recuerdo de Nehemías: él fue quien levantó nuestros muros en ruinas, el que puso puertas y cerrojos y reconstruyó nuestras casas. (Eclesiástico 49, 13)
Así habla el Señor, el redentor de ustedes, el Santo de Israel: A causa de ustedes, yo envié gente a Babilonia, para hacer saltar todos los cerrojos, y el júbilo de los caldeos se convertirá en lamentos. (Isaías 43, 14)
Yo iré delante de ti y allanaré los cerros; romperé las puertas de bronce y haré saltar los cerrojos de hierro. (Isaías 45, 2)
¡De pie! ¡Avancen contra una nación despreocupada, que se siente segura -oráculo del Señor- que no tiene puertas ni cerrojos, y vive apartada! (Jeremías 49, 31)
Los guerreros de Babilonia dejaron de combatir, se quedaron en las fortalezas; se ha secado su vigor, se han vuelto como mujeres; sus moradas han sido incendiadas, se han roto sus cerrojos. (Jeremías 51, 30)
Sus puertas se hundieron en la tierra, él quebró sus cerrojos; su rey y sus príncipes están entre las naciones, ¡no hay más Ley! Tampoco sus profetas obtienen visiones de parte del Señor. (Lamentaciones 2, 9)
Y así como a un hombre que ha ofendido al rey, se lo encierra en una celda, porque está condenado a muerte, así también los sacerdotes refuerzan los templos de esos dioses con puertas, cerrojos y trancas, para que no sean despojados por los ladrones. (Baruc 6, 17)