Encontrados 38 resultados para: celos

  • ¿Hasta cuándo, Señor? ¿Estarás enojado para siempre? ¿Arderán tus celos como un fuego? (Salmos 79, 5)

  • En el campamento tuvieron celos de Moisés, y de Aarón, el consagrado al Señor; (Salmos 106, 16)

  • Cada año confían a un solo hombre el poder y el dominio sobre toda la nación, y todos le obedecen, sin que haya entre ellos envidias ni celos. (I Macabeos 8, 16)

  • Porque los celos enfurecen al varón, y no tendrá compasión en el día de la venganza; (Proverbios 6, 34)

  • Cruel es el furor, agua desbordada la ira, pero ¿quién resistirá a los celos? (Proverbios 27, 4)

  • La Amada: Grábame como un sello sobre tu corazón, como un sello sobre tu brazo, porque el Amor es fuerte como la Muerte, inflexibles como el Abismo son los celos. Sus flechas son flechas de fuego, sus llamas, llamas del Señor. (Cantar 8, 6)

  • No consultes al que te subestima, y al que tiene celos de ti, ocúltale tus designios. (Eclesiástico 37, 10)

  • Unos intrusos se confabularon contra él y le tuvieron celos en el desierto: los secuaces de Datán y Abirón y la banda de Coré, ardiendo de furor. (Eclesiástico 45, 18)

  • Cesarán los celos de Efraím y serán exterminados los opresores de Judá; Efraím no tendrá más celos de Judá y Judá no hostigará más a Efraím. (Isaías 11, 13)

  • Mira desde el cielo y contempla, desde tu santo y glorioso dominio. ¿Dónde están tus celos y tu valor, tu ternura entrañable y tu compasión? ¡No, no permanezcas insensible! (Isaías 63, 15)

  • Desahogaré mi ira, saciaré mi furor contra ellos y me vengaré; y cuando haya desahogado mi furor contra ellos, sabrán que yo, el Señor, he hablado llevado por mis celos. (Ezequiel 5, 13)

  • Extendió algo así como una mano y me tomó por un mechón de mis cabellos. Un espíritu me levantó entre la tierra y el cielo y me llevó en una visión divina a Jerusalén, hasta la entrada de la puerta interior que da hacia el norte, allí donde está emplazado el Ídolo de los celos que provoca los celos de Dios. (Ezequiel 8, 3)


“No juízo final daremos contas a Deus até de uma palavra inútil que tenhamos dito.” São Padre Pio de Pietrelcina