Encontrados 44 resultados para: catorce

  • por todos estos motivos, ordenamos que todas las personas indicadas en las cartas de Amán, el cual está al frente de nuestros asuntos de Estado y es para nosotros un segundo ‘padre’, sean exterminadas de raíz por la espada de sus enemigos, incluyendo a mujeres y niños, sin piedad ni miramientos. Esto se hará el día catorce del duodécimo mes, que es el mes de Adar, del presente año, (Ester 13, 6)

  • El Señor bendijo los últimos años de Job mucho más que los primeros. El llegó a poseer catorce mil ovejas, seis mil camellos, mil yuntas de bueyes y mil asnas. (Job 42, 12)

  • El año vigesimoquinto de nuestro exilio, al comienzo del año, el décimo día del mes, es decir, catorce años después de la destrucción de la ciudad, ese mismo día, la mano del Señor descendió sobre mí, y él me llevó allá. (Ezequiel 40, 1)

  • El día catorce del primer mes, ustedes celebrarán la fiesta de la Pascua. Durante siete días se comerá pan sin levadura. (Ezequiel 45, 21)

  • El total de las generaciones es, por lo tanto: desde Abraham hasta David, catorce generaciones; desde David hasta el destierro en Babilonia, catorce generaciones; desde el destierro en Babilonia hasta Cristo, catorce generaciones. (Mateo 1, 17)

  • Mientras esperábamos que amaneciera, Pablo recomendó a todos que comieran algo, diciéndoles: «Hace catorce días que están a la expectativa, sin comer nada. (Hechos 27, 33)

  • Conozco a un discípulo de Cristo que hace catorce años -no sé si con el cuerpo o fuera de él, ¡Dios lo sabe!- fue arrebatado al tercer cielo. (II Corintios 12, 2)

  • Al cabo de catorce años, subí nuevamente a Jerusalén con Bernabé, llevando conmigo a Tito. (Gálatas 2, 1)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina