Encontrados 27 resultados para: biblia sagrada

  • Se amotinaron contra Moisés y Aarón, y les dijeron: "¡Ustedes se han excedido en sus atribuciones! Toda la comunidad es sagrada, y el Señor está en medio de ella. ¿Por qué entonces ustedes se ponen por encima de la asamblea del Señor?". (Números 16, 3)

  • No sembrarás en tu viña otra clase de plantas, porque de lo contrario toda la cosecha será sagrada: tanto el producto de lo que siembres como el fruto de la viña. (Deuteronomio 22, 9)

  • Ningún hombre o mujer israelita practicará la prostitución sagrada. (Deuteronomio 23, 18)

  • Incluso se llegó a tener en el país hombres dedicados a la prostitución sagrada. Así imitaron todas las costumbres abominables de las naciones que el Señor había desposeído delante de los israelitas. (I Reyes 14, 24)

  • Expulsó del país a los que se dedicaban a la prostitución sagrada y retiró todos los ídolos fabricados por sus antepasados. (I Reyes 15, 12)

  • Él barrió del país los restos de prostitución sagrada que habían quedado en tiempos de su padre Asá. (I Reyes 22, 47)

  • Él hizo lo que es malo a los ojos del Señor, aunque no tanto como su padre y su madre, ya que retiró la piedra sagrada de Baal que había erigido su padre. (II Reyes 3, 2)

  • Él se acordó de la palabra sagrada, que había dado a Abraham, su servidor, (Salmos 105, 42)

  • Jerusalén, con su territorio, sus diezmos y derechos, será sagrada y estará exenta de impuestos. (I Macabeos 10, 31)

  • Le dio la vestidura sagrada -obra de un bordador- tejida en oro, jacinto y púrpura; el pectoral del juicio, con el Urím y el Tumím, hecho de hilo escarlata -obra de un artesano- (Eclesiástico 45, 10)

  • Entonces, ustedes cantarán como en la noche sagrada de la fiesta, y habrá alegría en los corazones, como cuando se avanza al son de la flauta para ir a la montaña del Señor, hacia la Roca de Israel. (Isaías 30, 29)

  • ¡Ciegos! ¿Qué es más importante, la ofrenda o el altar que hace sagrada esa ofrenda? (Mateo 23, 19)


“Procuremos servir ao Senhor com todo o coração e com toda a vontade. Ele nos dará sempre mais do que merecemos.” São Padre Pio de Pietrelcina