Encontrados 723 resultados para: bautismo con Espíritu Santo
Porque el Espíritu que Dios nos ha dado no es un espíritu de temor, sino de fortaleza, de amor y de sobriedad. (II Timoteo 1, 7)
Él nos salvó y nos eligió con su santo llamado, no por nuestras obras, sino por su propia iniciativa y por la gracia: esa gracia que nos concedió en Cristo Jesús, desde toda la eternidad, (II Timoteo 1, 9)
Conserva lo que se te ha confiado, con la ayuda del Espíritu Santo que habita en nosotros. (II Timoteo 1, 14)
Todo es puro para los puros. En cambio, para los que están contaminados y para los incrédulos, nada es puro. Su espíritu y su conciencia están manchados. (Tito 1, 15)
no por las obras de justicia que habíamos realizado, sino solamente por su misericordia, él nos salvó, haciéndonos renacer por el bautismo y renovándonos por el Espíritu Santo. (Tito 3, 5)
Y derramó abundantemente ese Espíritu sobre nosotros por medio de Jesucristo, nuestro Salvador, (Tito 3, 6)
La gracia del Señor Jesucristo permanezca con tu espíritu. (Filemon 1, 25)
mientras Dios añadía su testimonio con signos y prodigios, con toda clase de milagros y con los dones del Espíritu Santo, distribuidos según su voluntad. (Hebreos 2, 4)
Por lo tanto, como dice el Espíritu Santo: Si hoy escuchan su voz, (Hebreos 3, 7)
Porque la Palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que cualquier espada de doble filo: ella penetra hasta la raíz del alma y del espíritu, de las articulaciones y de la médula, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. (Hebreos 4, 12)
Porque a los que una vez fueron iluminados y gustaron el don celestial, a los que participaron del Espíritu Santo (Hebreos 6, 4)
Él es el Sumo Sacerdote que necesitábamos: santo, inocente, sin mancha, separado de los pecadores y elevado por encima del cielo. (Hebreos 7, 26)