Encontrados 969 resultados para: batalla de jerusalén
Como no lo encontraron, volvieron a Jerusalén en busca de él. (Lucas 2, 45)
Después el demonio lo condujo a Jerusalén, lo puso en la parte más alta del Templo y le dijo: «Si tú eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, (Lucas 4, 9)
Un día, mientras Jesús enseñaba, había entre los presentes algunos fariseos y doctores de la Ley, llegados de todas las regiones de Galilea, de Judea y de Jerusalén. La fuerza del Señor le daba poder para curar. (Lucas 5, 17)
Al bajar con ellos se detuvo en una llanura. Estaban allí muchos de sus discípulos y una gran muchedumbre que había llegado de toda la Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón, (Lucas 6, 17)
que aparecían revestidos de gloria y hablaban de la partida de Jesús, que iba a cumplirse en Jerusalén. (Lucas 9, 31)
Cuando estaba por cumplirse el tiempo de su elevación al cielo, Jesús se encaminó decididamente hacia Jerusalén (Lucas 9, 51)
Pero no lo recibieron porque se dirigía a Jerusalén. (Lucas 9, 53)
Jesús volvió a tomar la palabra y le respondió: «Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de unos bandidos, que lo despojaron de todo, lo hirieron y se fueron, dejándolo medio muerto. (Lucas 10, 30)
¿O creen que las dieciocho personas que murieron cuando se desplomó la torre de Siloé, eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? (Lucas 13, 4)
Jesús iba enseñando por las ciudades y pueblos, mientras se dirigía a Jerusalén. (Lucas 13, 22)
Pero debo seguir mi camino hoy, mañana y pasado, porque no puede ser que un profeta muera fuera de Jerusalén. (Lucas 13, 33)
¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise reunir a tus hijos, como la gallina reúne bajo sus alas a los pollitos, y tú no quisiste! (Lucas 13, 34)